Rally de Papá Noel

 | 18.12.2020 13:11

Dr. Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital Markets & Thematic Research de Allianz (DE:ALVG) Global Investors:

“El índice bursátil estadounidense S&P 500, con un gran peso de la tecnología, llegó a registrar en noviembre su mejor mes desde 1928, y en los últimos 12 meses se ha anotado una fuerte subida de dos dígitos, al igual que el índice bursátil (MSCI) de mercados emergen­tes. Y esto, a pesar –¿o tal vez a causa? – del coronavi­rus. Las políticas fiscales y monetarias han desperta­do ilusiones en todo el mundo, aunque todavía está por ver hasta qué punto estas ilusiones responderán a las promesas. Efectivamente, a pesar del desarrollo de las vacunas, aún nos encontramos lejos de la nor­malidad, como demuestran, entre otros, los segundos confinamientos estrictos que acaban de adoptar­se en Alemania, Reino Unido y los Países Bajos. En Estados Unidos también se está hablando de un en­durecimiento de las medidas. La segunda ola de la pandemia está arrollando el mundo, y muchos países vuelven a endurecer las restricciones para contener­la. Los datos de movilidad de Google (NASDAQ:GOOGL), que siguen nuestros movimientos a través de nuestros móviles, muestran una fuerte reducción de las visitas a nego­cios y establecimientos de ocio en Estados Unidos y Europa, incluido Reino Unido, entre otros países. Esta tendencia se observa asimismo en muchos mercados emergentes. Al mismo tiempo, los llamados indicado­res de «stringency» (rigor) muestran que el número de restricciones adoptadas por los gobiernos para luchar contra el virus en todo el mundo han vuelto a aumentar. Sin embargo, hay motivos de esperanza: en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá ya se han empezado a poner las primeras vacunas. En Europa se empezará antes de finales de año. También hay algunos signos positivos del lado económico: la industria japonesa arrancó el 4º trimestre en positivo. La encuesta Tankan de diciem­bre del Banco de Japón apunta a una notable mejora de la confianza de las empresas gracias a la recuperación de las exportaciones y la producción, lo que confirma la fase de recuperación económica de Japón (véase el gráfico de la semana).

Claves próxima semana: no hacer nada.

  • No se puede esperar más. La rentabilidad ya está decidida, en cualquier caso. Esto significa que mejor no hacer nada y disfrutar de la Navidad; eso basta. En 2021 ya habrá sufi­cientes temas de los que preocuparse. El nuevo presidente electo de Estados Unidos entrará en escena y será intere­sante ver qué orientaciones geoestratégicas se fija y cómo puede posicionarse en política fiscal, y especialmente con qué mayorías. En Alemania, se celebrarán elecciones en septiembre. El coronavirus finalmente se atacará mediante las vacunas. Los bancos centrales inyectarán dinero en los mercados (el Banco Central Europeo acaba de ampliar el programa de compras de emergencia en caso de pandemia (PEPP) en 500.000 millones de euros) y los responsables de las políticas fiscales se preguntarán cómo cerrar los agujeros abiertos a causa del virus. Una cosa es segura: los tipos bajos o negativos contribuirán por lo menos en parte a cerrar esos agujeros. Esto también significa que continuará la falta de alternativas de inversión, que debería de favorecer el ape­tito por los activos tangibles (entre ellos, la renta variable).
  • Y otro factor también podría aparecer en escena: la infla­ción. Si bien este tema no figura en ninguna parte, ni en las proyecciones macroeconómicas del BCE, ni en las de los mercados, como muestran las tasas de inflación implícitas, ni en las encuestas (véase la última publicada por la Uni­versidad de Michigan), cada vez encuentran más resonan­cia los argumentos de los economistas Charles Goodhart y Manoj Pradhan de que la evolución demográfica del mundo occidental podría impulsar la inflación. A los argumentos se­culares se añade la política monetaria. Las inyecciones de liquidez prosiguen con independencia de la evolución de las vacunas, como ha demostrado recientemente, entre otros, el banco central estadounidense, la Reserva Fede­ral. La oferta monetaria M1 de Estados Unidos au­mentó solo en la segunda quincena de noviembre en 809.000 millones de dólares, el mayor incremento en un periodo de dos semanas de la historia de la Fed. El exceso de liquidez (calculado como la diferencia entre la variación a 5 años del agregado monetario más amplio M2 y la variación a 5 años del producto interior bruto real) podría impulsar la inflación de me­dio a largo plazo.

Obtenga la app
Únase a los millones de personas que se mantienen al tanto de los mercados financieros mundiales con Investing.com.
Descargar

Gráfico de la semana