'Sabemos dónde estamos, pero no hacia dónde nos conducirán los bancos centrales'

 | 12.06.2018 10:04

Me cuenta el CEO de una importante gestora:

El CEO de JP Morgan decía hace unas semanas que los tipos de interés unas veces suben y otras, bajan. Lo importante es adaptarse al momento y sacarle el mayor provecho. Conforme pasa el tiempo, la mayor parte de los grandes estrategas coinciden que ha finalizado una era, la de la complacencia y la de los bajísimos tipos de interés. La complacencia nunca es buena y el exceso de complacencia, peor. Una lección para cualquier sector de actividad económica, para la política, la familia y los órdenes de la vida en general. Se vuelve a hablar, hasta la reiteración cansina, del exceso de complacencia en los mercados.

Hace unas semanas, el consejero delegado de JPMorgan Chase & Co (NYSE:JPM), Jamie Dimon, dijo que es posible que el crecimiento y la inflación de Estados Unidos sean lo suficientemente rápidos como para impulsar a la Reserva Federal a subir los tipos de interés más de lo que muchos anticipan, y sería prudente prepararse para que los rendimientos de referencia suban al 4%.

"Podría forzar al alza de 10 años" si la Fed aumenta los tipos a corto plazo más de lo esperado, dijo Dimon en una entrevista con Stephen Engle de Bloomberg Television en Beijing, en referencia al rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años. "Puedes manejar fácilmente los bonos al 4% y creo que las personas deberían estar preparadas para eso". Mientras los tipos subieron porque la economía de Estados Unidos estaba en buen estado de salud, la medida equivaldría a una "normalización", dijo Dimon.

También dijo que el aumento del endeudamiento fiscal estadounidense, junto con los recortes en las compras de bonos de los bancos centrales de todo el mundo, "puede causar más volatilidad, tasas más altas de una manera que no comprendemos del todo", dado que la salida de la flexibilización cuantitativa territorio. "Nunca tuvimos QE, nunca hemos tenido reversión", dijo Dimon. El jefe de JP Morgan confía en que las tensiones comerciales de EE.UU.-China no descarrilarán los planes de su banco de establecerse en China.

Sabemos dónde estamos, pero desconocemos hacia dónde nos conducirán los bancos centrales. Quizá ellos tampoco lo saben. Acaba una era y comienza otra, cuyo desenlace ignoramos. Por eso, los mercados son presa del miedo desde hace tiempo.