¿Se prevé una caída del precio del oro?

 | 13.03.2024 09:25

Si quieres que te avise cada vez que publique un nuevo artículo, haz clic en "SEGUIR" en la parte superior. Además, si desea tratar un tema concreto con más detalle o necesita algún consejo, coméntelo debajo del artículo y estaré encantado de ayudarle.

Contrariamente a la creencia popular, en tiempos de tipos de interés bajos y políticas monetarias acomodaticias, el oro no es la mejor inversión.

Una de las principales razones por las que el oro se considera una inversión favorable es porque la reanudación del Quantitative Easing (QE) y la política de tipos de interés cero (ZIRP) repercuten positivamente en su valor. Normalmente, cuando la moneda fiduciaria se devalúa, los bienes duraderos como el oro se vuelven más valiosos.

Durante los periodos de tipos de interés bajos, es importante encontrar activos de rendimiento cero como el oro que puedan seguir siendo atractivos para los inversores. En este escenario, la pérdida de rendimiento es menos significativa que en situaciones en las que los tipos de interés son más altos. Por ejemplo, si los tipos estuvieran al 10%, el coste de oportunidad del oro sería mayor que con un interés del 2%. Esto significa que, durante estos periodos, el oro podría resultar más atractivo como forma de inversión.
Sin embargo, si observamos los datos del pasado, veremos que esto nunca ha sucedido.

Según los datos, el oro tiende a depreciarse frente a la renta variable cuando la política monetaria es más acomodaticia (aunque aumente su valor nominal en moneda). Pero, ¿por qué ocurre esto? La razón es aún incierta y puede atribuirse al comportamiento humano de los operadores. Sin embargo, hay algunas dinámicas que podrían ayudar a explicar este fenómeno: en un entorno de bajos tipos de interés y temores inflacionistas, los inversores pueden preferir buscar mayores rendimientos asumiendo más riesgos.

A pesar de su limitado coste de oportunidad, el oro sigue siendo una inversión atractiva para los inversores racionales. Sin embargo, no todos los inversores actúan racionalmente, y en la última década hemos visto a muchas personas preferir empresas de nueva creación no rentables a inversiones en oro o dividendos. Durante las fases de política monetaria expansiva, el valor nominal del oro aumenta en relación con la moneda fiduciaria. Esto empuja a los mineros a extraer más oro, aumentando aún más el valor nominal del oro.

La demanda de oro es constante y suele estar impulsada por el miedo y la incertidumbre en los mercados. Sin embargo, el oro tiene una utilidad práctica limitada y puede extraerse a voluntad, lo que mantiene sus precios artificialmente bajos. Además, como activo que no genera flujos de caja, los inversores pueden preferir activos más rentables en un entorno económico ávido de rendimientos y afectado por la inflación. A diferencia de las empresas o el sector inmobiliario, el oro no puede aumentar sus precios para equipararse a la inflación, por lo que depende de su escasez percibida para prosperar como inversión.