Si tú fueras Trump, desearías que no se acelerase el ciclo

 | 26.01.2017 09:34

Imagínate por un segundo que eres Donald Trump. Sí. Sé que puede llegar a ser complicado, pero haz un esfuerzo. Has ganado las elecciones contra todo y contra todos, leyendo muy bien el descontento y el sentimiento de gran parte de los americanos. Has ganado con algo que no se ha subrayado lo suficiente, una estrategia magnífica en los estados industriales que estaban sufriendo una recesión.

Y ahí estás. En el despacho oval. Probablemente sólo tus asesores más cercanos confiaban en que fuera posible que llegases ahí. Tú no. Y lo sabes. Sabes que has prometido cambiar el rumbo del mundo. Te has rodeado del gabinete con más años de experiencia en el sector privado de la historia. Has prometido una revolución en la economía. Pero sólo tienes una cosa clara. Tienes cuatro años para hacerlo. Cuatro años en los que medio mundo no parará de criticarte por lo que hagas.

Después de todo lo que has dicho y hecho sólo tienes una cosa clara. Dentro de cuatro años, la situación sólo puede ser mejor para los americanos. Tú mismo has dicho que la situación no puede ser peor así que, por tu bien, que dentro de cuatro años haya más empleo, mejores salarios, mejores infraestructuras y más empresas en territorio americano.

Sabes que la economía lleva creciendo desde 2009. No a todo su potencial, es cierto. Pero creciendo. Y, a no ser que ocurra un milagro económico nunca visto, por la esencia cíclica de la economía, te va a tocar sufrir una recesión en tu mandato. Y si se te han tirado al cuello antes de empezar, imagina sólo por un segundo lo que dirán de ti cuando esa recesión llegue. Resumiendo, que la habrás provocado tú con tus políticas. De hecho, esa es la opinión más extendida entre los analistas económicos. Recesión sí, pero allá por 2018-2019. Aunque no sea tan virulenta, difícilmente haría posible que te presentases a las elecciones de 2020 con unas cifras mejores. ¡Con todo lo que has prometido!

Ahora dime, Donald, ¿pondrías toda la carne en el asador desde el principio, o harías todo lo posible para que esa recesión llegase lo antes posible? Desgraciadamente, la política está por encima de todo muchas veces.

Ahora eres un inversor. Llevar la contraria al consenso por llevarla es muy peligroso. A veces el consenso puede tener razón. Hay que tener motivos claros para ser contrarian y esos motivos se pueden resumir en 2 principios:

  1. Tiene que haber datos empíricos de que algo no va bien. Desgaste en algunos indicadores más adelantados pero que no sea algo trivial visto por la mayoría.
  2. Que tenga bastantes probabilidades de ocurrir y que el consenso lo admita, pero su reacción sea la de que aún no ha llegado el momento (yes, but not yet). En este sentido la mejor herramienta es el sentimiento. Encuestas, ratios de posicionamiento del dinero, medios, internet o tu vecino o cuñado.
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De momento, del primer principio no tenemos indicios peligrosos, incluso la mayoría de indicadores han mejorado en las últimas semanas. Y esto enlaza con el segundo punto. ¿Estamos ante un rebote proveniente del fin de la recesión industrial o de una auténtica reaceleración económica? La reacción del mercado ha sido aferrarse a lo segundo. Eso sí, admitiendo que la recesión llegará, pero not yet.

Para el que le pareciera curioso el artículo anterior sobre el zumo de naranja, la semana pasada el precio siguió bajando más de un 10%.