Snapchat, una oportunidad de trading a muy corto plazo

 | 08.03.2017 13:25

Siempre que hay una Oferta Pública de Venta (OPV) de una compañía importante y con penetración en la población global la pregunta es la misma: ¿es una buena inversión para mi cartera?

El domingo estuve almorzando en familia en un restaurante. Muchos de los ahí presentes disfrutamos de las finanzas personales y nos apasionamos con los mercados bursátiles, por lo que salió, irremediablemente, el tema Snapchat (NYSE:SNAP) y su salida a bolsa.

- "Es una locura lo que están pagando", me comentó mi primo que tiene una larga trayectoria en empresas tecnológicas de alto potencial.

- "Sin duda", asentí.

Resulta que Snapchat ha sido la última gran salida a bolsa que ha motivado la euforia e irracionalidad de los inversores.

La acción se colocó a un precio de 17 dólares en el primer día de su debut en bolsa, el 2 de marzo, subió un 44% y al día siguiente un 10,6% adicional. Para ese entonces, SNAP ya tenía una capitalización bursátil de casi tres veces Twitter (NYSE:TWTR) y seis veces la histórica acerera estadounidense United States Steel Corporation (NYSE:X).

Sin duda, quienes apostaron por este título en esos dos días, han hecho, quizás, el mejor trade del año. Sin embargo, esto no implica que deberían haber apostado gran parte de su dinero en este activo financiero y desafiar la gravedad.

Hacer dinero en el tiempo con las OPV es una de las tareas más difíciles que puede encontrar un inversor. Sobre todo, porque los primeros movimientos son realmente poco representativos de lo que puede ocurrir en el futuro.

Veamos dos casos emblemáticos que son contrapuestos.

h3 GoPro (NASDAQ:GPRO), un golpe duro al inversor/h3

En 2014 las acciones de esta creciente empresa tecnológica salieron a la bolsa deslumbrando a más de un inversor. Sin duda se trató de la operación de trading más exitosa de ese año, tras la abrupta mejora que tuvo entre agosto, septiembre y octubre.

Sin embargo, GPRO ha significado un duro golpe para aquellos inversores que buscaban incorporar nuevas empresas para su cartera con una perspectiva de medio y largo plazo.

Tras presentar sus números del balance y advertir en más de una oportunidad a los accionistas sobre sus limitadas posibilidades de expansión, la caída fue precipitada y abrupta.

El gráfico a continuación es elocuente: