José Luis Benito | 09.06.2020 08:18
“La claridad es la cortesía del filósofo”. (Ortega y Gasset)
“Últimamente nos va bien, estamos teniendo mucha suerte”. (Anónimo)
Espero que los que leyeran el pasado mes de abril mi artículo titulado ¡Telefónica! A 4 euros reciban con alegría esta nueva entrega. Creo así lo harán aquellos que, siguiendo mi recomendación de compra, tomaron posiciones en Telefónica S.A. (MC:TEF) cuando la operadora cotizaba 4 euros y han podido disfrutar viendo como su inversión se ha revalorizado un 25% desde aquella fecha.
Quiero hoy poner sobre el tapete que hay muchos métodos de valorar una empresa, desde el valor contable hasta el valor por múltiplos, desde el valor por descuento de flujos de caja hasta el valor por partes, etc., pasando entre medias por un amplio abanico de métodos al uso.
En cualquier caso, todos estos métodos se han probado falibles para el caso de Telefónica, pues las agencias de valores extranjeras de nombre y renombre y la gran Banca de Inversión, también extranjera, tan pronto han fijado un precio objetivo de 7,5 euros, como lo han cambiado a 4,5 euros de un día para otro, sin exponer con rigor los cálculos que les han llevado a estas revisiones tan severas y tan tempranas. No en vano, si tenemos en cuenta que Telefónica tiene 5.192 millones de acciones en circulación, un cambio de criterio de esta naturaleza conlleva una variación en la capitalización bursátil de la operadora de (7,5-4,5) euros/acción x 5.192 millones de acciones = 15.576 millones de euros en cuestión de semanas. ¡Ahí es nada, con su análisis se han cargado más de un 1% de nuestro maltrecho PIB nacional de la noche a la mañana!
Siendo por tanto falibles los métodos de valoración que las agencias o los bancos de inversión utilizan para dictaminar el precio de la operadora, yo, por echar un número gordo, mal echado, lo digo porque MásMóvil (MC:MASM) y Telefónica no son empresas comparables ni en madurez, ni en tamaño, ni en grado de internacionalización o diversificación de negocio, pero para que por mi parte no quede, voy a hacerlo por múltiplos de EBITDA, utilizando para ello el precio de la reciente OPA que KKR (NYSE:KKR), Cinven y Providence han lanzado sobre MásMóvil.
Partiremos de la fórmula siguiente:
Valor de empresa (EV) = Capitalización búrsatil (valor de mercado) + Deuda financiera neta.
Aplicando esta fórmula a MásMóvil obtendríamos:
Si consideramos un EBITDA estimado de MásMóvil para 2020 = 570 millones de euros, obtendremos la ratio siguiente:
Ratio (EV/EBITDA) = 4.874 millones de euros/ 570 millones de euros = 8,55
EV (Telefónica) = 8,55 x 15.000 millones de euros = 128.250 millones
Si a este valor de empresa le restásemos la deuda financiera neta de Telefónica (37.000 millones de euros redondeando) obtendríamos que la capitalización bursátil de la operadora debería ser igual a (128.250 – 37.000) millones de euros, es decir: 91.250 millones de euros. Si dividimos este valor por los 5.192 millones de acciones que tiene en circulación la operadora, obtendríamos un precio objetivo de la acción de 17,57 euros/acción.
Una de tres, o bien este método de valoración no es válido al estarlo aplicando a dos compañías no comparables, tan inválido como el resto de los métodos que aplican las agencias de valores y la banca de inversión cuando comunican sus previsiones al mercado, o bien la OPA sobre MásMóvil a un precio de 23 euros/acción está sobrevalorando en exceso a esta compañía de telecomunicaciones, o bien el mercado está irracionalmente infravalorando desde hace años la acción de Telefónica, que se encuentra a un precio extremadamente bajo y, por tanto, muy atractivo, sobre todo si tenemos en cuenta que el negocio de MásMóvil está limitado al suministro de servicios de telefonía fija, telefonía móvil e Internet (fibra y 4G) en un solo mercado muy competitivo: España.
Quizá todas las opciones que expongo arriba tengan algo de trampa, pero si tuviese que apostar por algo, yo me quedaría con aquellas declaraciones del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, a la publicación de los últimos resultados de la compañía, señalando que el mercado estaba infravalorando irracionalmente a la operadora y que era momento de ponerse “morado” a comprar acciones de la teleco.
Lo que no cabe duda es que Telefónica es mucho más que MásMóvil, pues aparte de suministrar servicios de telefonía fija, telefonía móvil e Internet (fibra y 4G) en España, nuestra operadora suma a ello, sin ser exhaustiva la lista, lo siguiente:
Lo cierto es que hace exactamente un mes que publicaron mi artículo, en el que enviaba el siguiente mensaje a mis lectores al final de la redacción del mismo:
“Por todo ello, por todo lo expuesto, recomiendo que el que no esté colocado en este valor, se coloque y… ¡Suerte a todos!”.
Quiero felicitar a aquellos que tuvieron el valor de aceptar mi reto en aquel momento y que, a decisión personal, pusieron en riesgo su capital en unos momentos tan difíciles para nuestra operadora, pues cuando ayer tocaba, intradía, el precio de 5 euros, ya acumulaban una ganancia del 25% sobre la inversión de aquella compra de Matildes en plena crisis COVID, a 4 euros pelados.
Berenberg fijaba entonces el precio de Telefónica en 4,5 euros, Morgan Stanley (NYSE:MS) en 5,70 euros y yo, por una simple cuestión de simetría o de redondez, en 8 euros a dos años vista. Decía entonces que el tiempo daría la razón al sabio o al que tuviese suerte, pues todo parece apuntar a que de poco sirven las valoraciones de la gran Banca de Inversión o de las Agencias de Valores extranjeras cuando éstas emiten interesados juicios de valor sobre las empresas de nuestro IBEX, y pongo el dardo en las extranjeras no por una cuestión de proteccionismo, sino porque el que desde aquí escribe solo ha leído análisis rigurosos de la operadora por parte de Bankinter (MC:BKT), primo hermano del Santander (MC:SAN), de BBVA (MC:BBVA), de CAIXABANK o de Sabadell (MC:SABE), pero no de Morgan Stanley, Berenberg, etc., o al menos no han hecho públicos los detalles de sus cálculos.
Y terminar este artículo, cómo no, con una DEDICATORIA:
“Dedico este artículo a José María Álvarez-Pallete, pidiéndole disculpas por haberle apellidado Sánchez- Pallete en mi artículo anterior, acto fallido por mi parte, pues llevábamos tanto tiempo escuchando el apellido Sánchez en los medios de comunicación que patinó mi subconsciente.
Sólo quiero darte ánimos, José María, porque creo que lo estás haciendo bien. No se corrige el rumbo equivocado de un trasatlántico con facilidad, pero tras algo más de cuatro años de gestión y entrega, todos los que seguimos tus andanzas hemos podido constatar que con la tenacidad y el esfuerzo de un corredor de fondo, ahora en franja horaria, estás reconduciendo el negocio de esta compañía tan importante para España y para los españoles como Telefónica: ¡Suerte, José María!
NOTA: Ah, no olvides los peligros potenciales de tener como socio a KKR en Telxius al tiempo que está lanzando una OPA sobre MásMóvil, algo que no deja de ser chocante; más allá de mis respetos a las decisiones de inversión de este gran fondo.
Insisto, no vaya a ocurrir como aquello que comentaba de Morgan Stanley en mi artículo anterior, por muchos cortafuegos que se pongan: ¡vaya guasa, el enemigo en casa!
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