Trading y esperanza

La esperanza es un sentimiento necesario para el ser humano. Sin albergar esperanza en la consecución de una meta u objetivo no tendría sentido alguno que comenzásemos ningún proyecto, convirtiéndonos de esta forma en seres apáticos y totalmente pasivos.

No debemos, sin embargo, confundir esperanza y optimismo. El optimismo es más una actitud vital y, por lo tanto, es algo que tiende a ser más constante, mientras que la esperanza es algo más efímero, más puntual, es un sentimiento que surge en momentos determinados y que cuando las circunstancias que lo han generado cesan (para bien o para mal) este desaparece.

Podríamos decir que la esperanza, cuando se logra lo ansiado, es una emoción “puente” pues se sitúa entre la ansiedad que causa la dificultad a superar y la alegría por alcanzar el logro fijado. En cambio, cuando no alcanzamos aquello que anhelamos, la esperanza se vuelve desesperanza y esta puede dar paso a una serie de emociones negativas (ira, tristeza…)

Cómo afecta la esperanza a un trader/h2

Si trasladamos este sentimiento al trading, la operativa se puede volver muy peligrosa. Por ejemplo, una operación planteada para un corto plazo se puede volver de largo plazo “porque tengo la esperanza de que finalmente se gire a mi favor”. Ya estamos atrapados, pues así es como trabaja la esperanza; temes lo peor que pueda suceder, pero ansías el resultado positivo de forma, incluso, irracional. Lo peor que puede pasar en esta situación no es, en mi opinión, que la operación se cierre ante un incremento continuo e inviable de la pérdida. No. Lo que realmente puede resultar más peligroso es que efectivamente acabemos ganando. ¿Por qué? La respuesta es que ganando de esta manera asimilamos e incorporamos el sentimiento de esperanza a la operativa, es decir, si la esperanza me ha salvado una vez puede salvarme mil, pero lo más lógico es que finalmente nos demos un batacazo si dejamos reposar nuestra operativa en algo tan fútil como la esperanza. La esperanza por si sola no vale para nada. Ha de estar respaldada por un trabajo serio y por conocimiento para que nuestros deseos fructifiquen. Permitir que una operación vaya en nuestra contra más de lo necesario, apoyándonos en la esperanza de que finalmente salga bien, es lo mismo que esperar un milagro.

Un experimento muy ilustrativo/h2

Existe un experimento clínico que ilustra muy bien este caso. Es un experimento llevado a cabo por un médico y psicólogo alemán, Rudolf Bilz (1898-1971). El doctor Bilz cogió una rata y la metió en un recipiente lleno de agua con paredes lisas, lo que hacía imposible que la rata escapase. A los quince minutos la rata dejaba de luchar por salir y se ahogaba. Tras esto metió otra rata y poco antes de llegar a los quince minutos introdujo en el recipiente una tabla que posibilitaba a la rata salir y salvarse. Repetía esto mismo con intervalos más largos, para que la rata implementase el sentimiento de esperanza. Para finalizar el experimento, metía esta misma rata que se había salvado en el mismo recipiente y la rata nadaba durante ¡ochenta horas! antes de morir extenuada. La rata había incorporado la esperanza a su experiencia y nadaba mucho más allá de esos 15 o 20 minutos que conseguía aguantar la primera rata. Si en el pasado se había salvado había esperanza de que esto sucediese otra vez así que nadaba hasta que físicamente no podía más. 

Cómo gestionar la esperanza en el trading/h2

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Seguro que le han han hablado o ha leído sobre la importancia del STOP LOSS o stop de pérdidas y entiende perfectamente su función desde un punto de vista de gestión de capital, pero tras leer la anterior reflexión sobre la esperanza, piense en la función del STOP bajo el prisma de la gestión emocional. Para los traders, la manera más simple y eficaz de eliminar la esperanza es mediante el stop de pérdidas. Es el punto donde hemos decidido de antemano, que no merece la pena seguir manteniendo una operación abierta, pues las condiciones que nos hicieron entrar habrán revertido en nuestra contra. Por eso es tan importante usarlo, no solo para proteger nuestro capital, sino también desde un punto de vista mental, pues corta de raíz cualquier tipo de esperanza más allá de ese punto elegido, permitiéndonos buscar nuevas operaciones en caso de que salte el citado stop. Para que el stop de pérdidas sea eficaz, tanto a nivel psicológico como de money management, se ha de decidir dónde emplazarlo antes de tomar la posición.

Debemos saber de antemano qué coste vamos a tener si el precio decide hacer algo distinto a lo que nosotros pensábamos que iba a hacer. De esta manera (siempre que el stop sea realista) conseguimos también librarnos de la sensación de stress que causa la incertidumbre de no saber cuánto se va a perder. Así, el trader decide cuánto estás dispuesto a pagar por participar en el mercado. Si he de situar un stop demasiado lejano de mi punto de entrada, quizá la ratio riesgo/recompensa no sea el más conveniente y valga la pena dejar pasar la operación. En cualquier caso, estaremos evitando que nuestras decisiones se basen en la esperanza que, como hemos visto, puede salvarnos en alguna ocasión y dejarnos en la estacada en el momento más inoportuno, causando un daño que puede ser irreparable tanto a nivel de capital como emocional.

Escrito por: MásQueTrading