Una posible estrategia para invertir en el café

 | 20.01.2020 11:06

El café es la segunda materia prima más intercambiada del mundo, únicamente el petróleo la supera. Para que se hagan una idea, las exportaciones de grano de café superan los 18.000 millones de euros anualmente.

Desde el año 2014 hasta el segundo trimestre de 2019, el precio del café cayó más de un 50% y se dirigió a los mínimos del año 2004. Una de las principales causas para comprender este movimiento fue el exceso de producción en dos países clave, Brasil y Vietnam. Pero desde el pasado mes de septiembre tuvimos un punto de inflexión y el café comenzó a escalar posiciones. Un ejemplo lo tenemos en el grano Arábica que se alzó nada más y nada menos que casi un 30% desde la recta final de septiembre, lo que supone la mayor subida trimestral en los últimos cinco años y ser una de las materias primas con mejor rendimiento desde entonces.

¿La razón? Las condiciones meteorológicas suponían un riesgo para la producción brasileña, y es que el país carioca es el principal productor y exportador a nivel mundial. Para entendernos: si se estimaba que podría haber menos café a disposición en el futuro y la demanda se mantenía en los niveles actuales, el precio de café aumentaría. Además, los compradores que quieren café en el futuro, pero no están dispuestos a pagar un precio más elevado, podrían comprar contratos de futuros para cubrir su requerimiento de café físico.

En principio, el mercado espera que la cosecha de café en Brasil aumentará de 16% a 26% en 2020 (la producción había caído 20% en 2019), con lo que la cosecha batiría el récord histórico alcanzado en 2018. En mi opinión son cifras demasiado optimistas y creo que superará en un 12,9%-13% la de 2019, pero no será un récord. Respecto a Colombia, la cosecha de café subió un 9 % en 2019, la mejor en los últimos 25 años.

El consumo de café es un hecho que mantiene su tónica ascendente, pero su fuerza (el consumo sube a un ritmo de casi el 2%) supera a la producción (que sube casi un 1% anual). Este incremento de la demanda podría servir de catalizador para que el precio del café siga al alza.