"Aún hay tiempo para subirse al tren de la Bolsa. Pero es tanto el miedo..."

 | 27.03.2017 08:23

"La mayoría de los actores en los mercados tienen los músculos agarrotados. No ganan para sustos ni para suspiros, como los del alivio de las elecciones del país de los tulipanes. La última encuesta “Impacto de Riesgos Geopolíticos en la Industria de Gestión de Activos” realizada a 1.500 profesionales de la inversión por CFA Institute, la Asociación Global de Profesionales de la Inversión, muestra la creciente preocupación entre los profesionales de la inversión por el riesgo geopolítico, que tendrá un impacto a largo plazo en los mercados financieros. La mayoría de encuestados (70%) esperan que las inversiones se vean comprometidas en los próximos tres a cinco años. Sin embargo, y a pesar de los riesgos identificados, una mayoría de gestores de cartera (71%) afirman no haber cambiado su estrategia como resultado del voto del Brexit. Situación curiosa. Parálisis ¿Y qué hago con mi dinero? ¿Es momento de entrar en Bolsa? ¿Ha pasado ya el tren de la abundancia? Son las preguntas de nuestros clientes en los últimos días. Advertimos en todas ellas mucha prudencia, miedo. Apenas tienen capacidad para moverse. Las emociones les impiden dar un paso", me dice el CEO de una importante gestora, que me envía el siguiente enlace acerca de las empresas "value".

La inversión en valor generalmente consiste en comprar valores a un precio bajo, determinado conforme a un análisis fundamental.Por ejemplo, dichos valores pueden ser acciones en compañías negociadas en mercados de valores que cotizan por debajo del valor contable, acciones que dan altos rendimientos en dividendos, acciones con un buen PER —la relación entre el precio o valor y los beneficios— o con un buen ratio P/VC.

Los partidarios del value investing, incluyendo Warren Buffett, afirman que su esencia es comprar acciones a un precio menor al de su valor intrínseco. La diferencia resultante de descontar el precio de mercado del valor intrínseco de la acción, es lo que Graham llama «margen de seguridad». El valor intrínseco o fundamental se refiere al valor contenido en la propia acción y se calcula generalmente sumando el ingreso futuro generado por el activo de acuerdo con un criterio de valor presente, o en otras palabras, es el valor descontado de distribuciones futuras. Sin embargo, tanto las distribuciones futuras como el índice de descuento apropiado tan solo pueden estimarse o calcularse, pero no determinarse con exactitud.

Warren Buffett ha llevado el concepto de value investing más allá de su definición original, conforme su pensamiento ha evolucionado a lo largo de 25 años, de invertir en compañías genéricas a precio de ganga, a buscar «una compañía excepcional a un precio sensato».

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Óscar Rodríguez Graña ha escrito en Funds People que "El rally del value comenzó en julio de 2016. Desde entonces, este tipo de compañías han registrado un mejor comportamiento bursátil que el growth, lo que ha llevado a muchos a creer en la vuelta de un estilo de inversión que había permanecido defenestrado en los últimos ocho años. La pregunta que se hacen ahora los inversores es… ¿estoy a tiempo de subirme al carro o me he perdido el rally? Andrew Evans (a la izquierda) y Andrew Lyddon, gestores de Schroders (LON:SDR), consideran que el tren todavía no ha pasado. De hecho, apenas habría salido de la estación. “En los últimos años, el número de meses en los que el value se ha comportado mejor que otros estilos alcanza los 24 de media, habiendo ofrecido una rentabilidad superior del orden del 21,8%. En esta ocasión, su duración apenas alcanza los siete meses, con un retorno por encima de otros estilos del 13,7%. De acabar aquí, sería una de las rotaciones más cortas de las últimas cuatro décadas, tanto en términos temporales como de rentabilidad”, afirman (ver gráfico).