La UE se plantea restringir las importaciones de energía por temores sobre Bielorrusia

Reuters

Publicado 11.02.2021 16:33

Por Kate Abnett

BRUSELAS, 11 feb (Reuters) - La Comisión Europea declaró el jueves que está estudiando la posibilidad de restringir las importaciones de energía procedente de centrales nucleares situadas fuera de la Unión Europea que incumplan las normas de seguridad del bloque, en un contexto de inquietud en torno a una instalación nuclear de la vecina Bielorrusia.

La central nuclear bielorrusa de Astravets está situada a 50 km de Vilna, la capital de Lituania. El Gobierno lituano, señalando los múltiples accidentes ocurridos en el emplazamiento, afirma que no cumple las normas de seguridad reconocidas por la UE.

La instalación, con una capacidad de 2,4 GW, fue construida por la empresa estatal rusa Rosatom y financiada en su mayor parte por Moscú. Está previsto que empiece a funcionar comercialmente el mes que viene, pero comenzó a producir energía en noviembre, lo que llevó a Lituania, Letonia y Estonia, cuyas redes eléctricas están integradas en una red que sirve a Bielorrusia y Rusia desde la era soviética, a interrumpir el comercio de energía con Minsk.

Los tres países bálticos planean conectar sus redes a las de la UE para 2025 en un intento de aumentar su seguridad energética y reducir la dependencia de Rusia. En comparación, Bielorrusia es un proveedor relativamente pequeño.

La preocupación sobre Astravets llevó a los países de la UE a pedir en diciembre a la Comisión que evaluara la forma de impedir las importaciones de energía comercial de las centrales nucleares que no cumplen las normas de seguridad del bloque.

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, dijo el jueves que la Comisión estaba analizando el alcance de tales medidas en virtud del derecho internacional.

Los reguladores de seguridad nuclear de la UE han visitado Astravets esta semana en el marco de una segunda revisión, cuyos resultados se esperan antes del lanzamiento comercial completo de la planta.

El Parlamento Europeo votará el jueves una resolución no vinculante en la que se solicitará suspender la puesta en marcha de la producción para uso comercial hasta que se aborden los problemas de seguridad, citando las paradas de emergencia del reactor y los fallos de los equipos que tuvieron lugar el año pasado, así como la falta de pruebas de que las autoridades hayan aplicado las recomendaciones de la UE.