La cifra de muertes por COVID-19 en Inglaterra podría ser mayor por los casos no diagnosticados

Reuters

Publicado 05.06.2020 13:40

LONDRES, 5 jun (Reuters) - Un aumento en el número de muertes registradas en Inglaterra y Gales en los últimos meses que no han sido vinculadas a la enfermedad COVID-19 podría ser indicio de que se están produciendo más muertes por casos no diagnosticados de la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus de lo que se pensaba, según mostraron el viernes los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés).

Reino Unido cuenta con el segundo mayor número de muertes por COVID-19 en el mundo después de Estados Unidos, con más de 50.000 fallecidos por casos confirmados o en los que se sospecha que la causa fue la enfermedad, según un recuento de Reuters basado en datos oficiales.

Las cifras de la ONS contabilizaron un exceso de mortalidad —un aumento anormal de las muertes en un periodo de tiempo determinado— de 46.380 personas entre el 7 de marzo y el 1 de mayo en Inglaterra y Gales (sin incluir Escocia e Irlanda del Norte), y algo más de una cuarta parte de ellas —12.900— no habría conexión probada con el coronavirus.

Sin embargo, tras un análisis de la situación, la ONS dijo que los casos no diagnosticados de la enfermedad podrían explicar el exceso de muertes, especialmente entre la población de edad avanzada.

"Los casos de COVID-19 no diagnosticados son una explicación probable para parte del exceso de mortalidad no relacionado con la COVID-19 observado en este escenario, debido a la mayor vulnerabilidad de esta población", dijo la ONS.

Las personas que viven en residencias de ancianos han sido particularmente vulnerables a la enfermedad. El Gobierno del primer ministro Boris Johnson ha sido criticado por no proteger adecuadamente este sector de la población.

Richard Murray, director ejecutivo de la organización benéfica de salud King's Fund, dijo que las cifras mostraban que la atención social, o la atención prestada fuera de los hospitales, debería ser tomada tan en serio como el Servicio Nacional de Salud británico.