Comprando la ilusión de certeza: ¿Por qué el delirio no es rentable?

CoinTelegraph

Publicado 28.06.2022 02:03

Comprando la ilusión de certeza: ¿Por qué el delirio no es rentable?

La cruda realidad es que nadie conoce el futuro. En el fondo, siempre invertimos a ciegas. Ciertamente, podemos tomar decisiones financieras basándonos en proyecciones y probabilidades. Sin embargo, el riesgo de perder nuestro dinero es real. En muchos sentidos, las predicciones de los “expertos” son campañas de promoción por parte de los interesados que se aprovechan de la codicia colectiva para hacer dinero vendiendo esperanzas. A la gente le encanta creer en promesas. El optimismo genera compras. El pesimismo genera ventas. Los mercados son comunidades de fe comprando la ilusión y vendiendo el desengaño. El inversor inteligente entiende que todo es una falsa perspectiva. No existen realidades sino narrativas.

El rey de los mercados es el sentimiento. Es decir, lo subjetivo domina lo objetivo. Siempre ha sido así. Pero ahora es más aplicable que nunca. Debido a la fragmentación social, ahora la verdad ya no es universal, sino particularmente tribal. El mundo de hoy se divide en nichos de interés. Entonces, ahora tenemos a la tribu y, allá afuera, tenemos al mundo cruel. La tribu es la familia. Siempre buena e inocente. Y el mundo exterior es el enemigo. Siempre malvado y mentiroso.

  • Lo bueno, lo malo y lo feo del "hodling"
Entonces, la verdad no es otra cosa que la narrativa aceptada por la tribu. Es verdad por afiliación. Y todo lo demás es un vil engaño orquestado por los malvados conspiradores. Cada tribu posee sus propias narrativas, sus propios expertos, sus propios valores y sus propios credos. Y todo se observa a través de los lentes del síndrome de la confirmación. O sea, los miembros de la tribu solo aceptan la información que respalde los puntos de vista que ya tienen. E interpretan la evidencia de la manera que valide sus creencias, expectativas o hipótesis preexistentes. Toda disidencia es ofensiva. Toda autocrítica es molesta.

Lea el artículo completo en Cointelegraph