Los activos sostenibles de Europa crecen en 2020, y hay más por venir -EFAMA

Reuters

Publicado 11.03.2021 11:35

Por Elizabeth Howcroft

LONDRES, 11 mar (Reuters) - Los activos de los fondos de inversión que operan de acuerdo con criterios ambientales, sociales y de gobernanza, (ASG) en Europa aumentaron considerablemente en 2020 y deberían seguir expandiéndose, dijo el jueves el organismo europeo de gestión de inversiones, EFAMA.

Los activos netos en fondos ASG crecieron hasta 1,2 billones de euros en 2020, un 37,1% más que el año anterior, frente a un aumento del 4,8% de los fondos no ASG.

El aumento de los activos ASG se ha visto favorecido por la recuperación del mercado impulsada por los estímulos y por los inversores que buscan cada vez más la posibilidad de realizar inversiones duraderas, así como por el impulso de los Gobiernos para fomentar las inversiones respetuosas con el medio ambiente.

El miércoles se puso en marcha la primera parte del nuevo Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, cuyo objetivo es que el mercado ASG sea más uniforme y transparente.

Esta medida debería contribuir a aumentar la confianza en el mercado, especialmente entre los pequeños inversores, lo que reforzaría las tendencias alcistas ya existentes, dijo Tanguy van de Werve, director general de EFAMA.

Los datos de la EFAMA se refieren específicamente a los "OICVM", un tipo de fondo de inversión en la Unión Europea.

La razón por la que los fondos de renta variable ASG superaron a sus equivalentes no ASG en 2020 es que estaban menos expuestos a los sectores más afectados por la pandemia de COVID-19, como la energía y los servicios financieros, dijo EFAMA.

Desde 2016, los fondos de renta variable sostenible se han disparado un 197%, mientras que los fondos de bonos sostenibles han aumentado un 181%.

En los últimos cinco años, el número de fondos sostenibles creció a un ritmo dos veces mayor que el de los fondos no ASG, dijo EFAMA.

Los fondos de impacto -un tipo de fondo ASG que busca financiar soluciones a problemas particulares que produzcan un impacto cuantificable- vieron triplicarse sus activos desde 2016, hasta alcanzar los 320.000 millones de euros a finales de 2020.

El 55% de estos fondos de impacto se centran en la reducción de las emisiones de carbono.