Ana Patricia Botín presidirá el Santander tras la muerte de su padre

Reuters

Publicado 10.09.2014 20:24

Por Sarah White y Carlos Ruano

MADRID (Reuters) - Emilio Botín, presidente de Banco Santander, murió el martes de un infarto a los 79 años, dejando un hueco al frente del mayor banco de la eurozona que será ocupado por su hija Ana Patricia.

Botín, omnipresente en el panorama bancario español desde los años 70, ocupaba la presidencia de la entidad santanderina desde 1986, tras asumir la dirección general en 1967 y el puesto de consejero delegado en 1977.

Tras la repentina muerte de "El presidente", como era conocido el banquero, el consejo de administración de la entidad acordó el miércoles reemplazarle por Ana Patricia, de 53 años , y en la bolsa las acciones de Santander, que llegaron a caer esta mañana algo más de un 2 por ciento, cerraron con un descenso del 0,65 por ciento.

"Ha sido una sorpresa y al mismo tiempo un mazazo", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en declaraciones a periodistas en los pasillos del Congreso, señalando que había celebrado una reunión con Botín la semana pasada en la que lo encontró en "muy buena forma".

Pero no todo han sido éxitos. Santander se ha situado por detrás de entidades como JPMorgan y HSBC -dos grupos con los que Botín solía medirse, según directivos- en el rendimiento total ofrecido a los accionistas en los últimos 10 años.

Tampoco han faltado las polémicas. En 2011 la familia de Botín, que apenas controla un 2 por ciento de Santander, evitó con el pago de 200 millones a Hacienda un presunto delito fiscal en relación con sus cuentas en Suiza.

Y pocos dudan que Ana Patricia tenga derecho a suceder a su padre, pero su elevado perfil en la entidad ha suscitado críticas.

A principios de año dos agencias de proxy, ISS y Glass Lewis & Co, recomendaron a accionistas que votaran en contra de su reelección como consejera, por un lado debido a que consideraban que los Botín tenían una representación excesiva en el consejo teniendo en cuenta su peso en el capital y por otra parte porque consideraban que no había suficientes miembros independientes.

Finalmente, Ana Patricia recibió el respaldo del 81,3 por ciento de los votos, casi igual que tres años antes.

"Botín era el rey oficioso de España. Su muerte crea incertimbre y un vacío de poder en la cumbre", dijo un gestor de fondos en Londres que prefirió no ser nombrado.

"La sucesora obvia es su hija (...), ese fue siempre el plan, pero no ha tenido la oportunidad de acicalarla e instalarla en el cargo antes de morir, de modo que podría haber luchas internas", añadió, antes de conocerse la designación de Ana Patricia Botín por la tarde.