El Papa y el Patriarca ruso se abrazan en Cuba tras mil años de separación de sus iglesias

Reuters

Publicado 13.02.2016 10:13

Actualizado 13.02.2016 10:33

El Papa y el Patriarca ruso se abrazan en Cuba tras mil años de separación de sus iglesias

Por Daniel Trotta y Nelson Acosta

LA HABANA (Reuters) - El Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo ruso Kirill se abrazaron y besaron el viernes, en un histórico encuentro en el que hicieron un llamamiento conjunto a la comunidad internacional a detener el "exterminio" de los cristianos en Oriente Próximo.

Casi 1.000 años después de la separación de las ramas oriental y occidental del cristianismo, la reunión en el aeropuerto de La Habana fue la primera entre un Sumo Pontífice Católico Romano y el líder de la Iglesia Ortodoxa de Rusia y terminó con un llamamamiento de unidad a los creyentes en Dios.

"En muchos países de Oriente Próximo y África del Norte se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos", dijeron en una declaración conjunta, en una aparente referencia a la violencia del grupo militante Estado Islámico.

"Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios a la profanación, los monumentos a la demolición", agregaron en la declaración firmada frente a autoridades de ambas Iglesias y del Gobierno cubano.

Ambos líderes religiosos, huéspedes de un Gobierno comunista, se reunieron sólo una semana después de hacer el anuncio. El encuentro había sido eludido por su predecesor, pero Francisco había cursado una invitación abierta para que se diera en cualquier momento y lugar.

La ocasión se presentó mientras Kirill visita la isla caribeña y Francisco añadió una breve escala en su camino desde Roma a México, a donde partió tras unas tres horas en territorio cubano. El Papa estará los próximos cinco días en varias ciudades mexicanas.

"Finalmente", dijo Francisco al Patriarca mientras entraban por distintas puertas en un salón del aeropuerto de La Habana para sostener un diálogo privado. "Somos hermanos", agregó.

Francisco, vestido de blanco con un solideo, y Kirill, con su túnica negra y un koukoulion blanco -tocado tradicional de la Iglesia ortodoxa portado por los clérigos de más alto rango-, se abrazaron y besaron en ambas mejillas en varias ocasiones.

"Está muy claro que ésta es la voluntad de Dios", dijo el Papa en el comienzo de la reunión.