Los expatriados británicos compran pintas más baratas ante un Brexit caótico

Reuters

Publicado 16.01.2019 16:26

Los expatriados británicos compran pintas más baratas ante un Brexit caótico

Por Isla Binnie

BENALMÁDENA, España (Reuters) - En las boleras, bares y agencias inmobiliarias de las costas del sur de España, los británicos expatriados asentados allí desde hace tiempo cada vez son más ahorradores, preocupados por su futuro.

"Apenas hay gente en la calle y no gastan mucho", dijo el martes por la noche Kevin Sharp (T:6753), el dueño de un bar, minutos después de que los diputados de Londres rechazaran el acuerdo del Brexit de la primera ministra Theresa May, sumiendo en el caos la salida de su país natal de la Unión Europea.

"La generación de mayor edad está más preocupada. Tengo una cerveza de primera calidad por tres euros, pero miran la de un euro del bar de carretera", dijo Sharp, de 50 años, procedente de Aberdeen.

En España viven en torno a 300.000 británicos, muchos de ellos ya jubilados, atraídos por el clima mediterráneo y un ritmo de vida tranquilo. El bar de Sharp está en Benalmádena, a poca distancia en coche de Torremolinos.

El Gobierno español se ha esforzado por garantizarles que sus derechos en España estarán protegidos después del Brexit.

Pero la fuerte devaluación de la libra desde el referéndum del Brexit en junio de 2016 y las preocupaciones sobre si podrán seguir disfrutando de asistencia médica y subidas periódicas de las pensiones les están pasando factura.

Ahora los británicos "podrían compartir una tostada en lugar de tomar una cada uno", dijo Sue Aspey, dueña del Wigan Bar en la playa de Benalmádena.

El menú de su restaurante incluye estofado de cordero de Lancashire y el tradicional dulce 'jam roly-poly', que pueden estar sujetos a aranceles sobre importaciones o a un aumento de los costes de transporte después de que Reino Unido abandone el bloque.

"Si las cosas son más caras para nosotros y la gente en la terraza sólo tiene la misma cantidad de dinero en el bolsillo, tendríamos que asumir esa subida", dijo Sue.

MUDANZAS

Los británicos en España también están posponiendo inversiones de mayor coste.

La agencia inmobiliaria de Kevin Welch generalmente recibe muchas consultas antes de Navidad por parte de británicos que quieren mudarse a la Costa del Sol. Pero este año no.

"No ha habido la misma cantidad de consultas de gente interesada", dijo Welch, procedente de Liverpool, que ahora vive en Benalmádena.

Los datos de la inmobiliaria, que registra las ventas de propiedades españolas, reflejan que los británicos siguen comprando más que personas de otras nacionalidades, pero han pasado de representar un 22 por ciento de los compradores extranjeros en el primer trimestre de 2016 a un 16 por ciento en el tercer trimestre de 2018.

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"La gente está esperando", dijo Welch. "Algunas personas todavía quieren comprar, pero saben que hace dos o tres años podrían haber sacado mucho más por su dinero".

La gente adinerada y los compradores de viviendas de veraneo se han visto menos afectados, pero quienes buscan mudarse lejos de la costa se han visto disuadidos por varios motivos, como la incertidumbre sobre los futuros acuerdos fiscales e incluso por la facilidad de viajar, dijo Graham Ducker, que dirige dos agencias inmobiliarias en la provincia de Málaga.

Ducker afirma que ha visto una caída de más del 50 por ciento en la demanda de los británicos, que de media suelen estar dispuestos a pagar cerca de un 15 por ciento menos de lo que pagaban antes del referéndum.