Madrid, 25 abr (.).- El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha dicho que los buenos resultados de la banca son compatibles con una contribución "justa" en la financiación del escudo social diseñado para los colectivos más vulnerables tras las tensiones inflacionistas por la guerra de Ucrania, sin que ello haya afectado a la solvencia de las entidades.
En la presentación este jueves del undécimo estudio de PWC sobre la Unión Bancaria, el ministro ha defendido la necesidad de un sector bancario que continúe "fuerte, resistente y competitivo a nivel internacional" y que hace compatible su solvencia con la protección a los usuarios y la inclusión financiera.
Las recientes perturbaciones han mostrado la solidez del sector español, que ha salido "a la altura de sus pares" en los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA en inglés) y del Banco Central Europeo (BCE).
No obstante, ha insistido en la necesidad de "incidir más a menudo" en la solvencia porque aunque la situación actual es positiva "no debemos ser complacientes".
Cuerpo ha apostado por unas recomendaciones de gobernanza en la UE "más flexibles" porque lo contrario "nos llevará a la frustración" en la carrera por la competitividad.
Ha señalado que en estos momentos el debate en Estados Unidos es la competitividad comparada con Asia y China, por lo que "tenemos que ser capaces" de que Europa tenga un rol relevante, y para ello el papel del sector financiero "va a ser fundamental".
Congelar los requerimientos de capital
El presidente de PWC, Gonzalo Sánchez, ha defendido la necesidad de una banca rentable, por lo que los resultados récord del sector financiero son positivos, ya que contribuyen al crecimiento, a la creación de empleo y al progreso social.
Las entidades financieras, ha dicho el presidente de la consultora, llevan muchos años haciendo sus deberes. Los bancos "han cumplido con su función" y han dedicado un 51 % de sus resultados al pago de impuestos, incluido el extraordinario, que suman unos 10.000 millones de euros.
Sin embargo, constata que los beneficios récord han tenido un efecto negativo en parte de la opinión pública, que considera que son excesivos. Esa reputación, que el sector arrastra desde la crisis financiera de 2008, solo pudo ser mitigada, en parte, con la gestión "solidaria" de los bancos durante la pandemia, dice el informe.
Frente a esta corriente de opinión, añade, los inversores creen que la rentabilidad de la banca no es suficiente y, de hecho, el precio de la acción de la mayor parte de los bancos españoles y europeos sigue por debajo de su valor en libros.
El estudio considera que este valor en bolsa inferior al registrado en libros es una vulnerabilidad que se produce porque los requerimientos de capital por parte de los reguladores europeos siguen aumentando y por la incertidumbre regulatoria.
Por ello es el momento de congelar los requerimientos de capital, señalan los redactores del informe, que debería llegar a multiplicarse, al menos, por 1,5.
El estudio recoge algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta la banca, que tienen que ver con el aumento de la presión supervisora, y la necesidad de poner el foco en el riesgo de crédito y en los riesgos no financieros, especialmente, los relacionados con el cambio climático, la ciberseguridad y la inteligencia artificial.
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