Entre las más operadas la de mejor rendimiento fue el euro (EUR), que lideró el podio de las de mejor rendimiento. Fue seguida por el franco suizo. En el extremo opuesto se ubicaron el dólar neozelandés (NZD) y el australiano (AUD), siendo está última la más débil.
La caída de estas dos monedas se dio a pesar que las bolsas en el mundo no mostraron números negativos mayoritariamente, lo que puede poner de manifiesto cierta debilidad hacia el futuro o una menor correlación con los activos de renta variable.
El dólar estadounidense tuvo resultados mixtos en el mercado: cayó contra el euro, el franco suizo y el dólar canadiense pero se apreció frente al aussie y al kiwi.
La moneda común europea se mostró resistente en el mercado, justo en la semana en que habló el Banco Central Europeo. Los datos económicos de la región no levantan cabeza pero en el resto del mundo la situación no es de optimismo.
La rebaja de tasas en Australia, le puso presión al aussie, que se llevó también al kiwi. Mientras que el dólar cada vez que parece arrancar, no logra superar niveles claves.