Las tires del bund alemán a diez años han llegado a cero. ¿Qué sentido tiene invertir en bonos gubernamentales si, aparentemente, no generan ninguna rentabilidad?
Tras los decepcionantes datos económicos de las últimas semanas, las tires de los bonos soberanos –activo refugio por excelencia– han vuelto a reducirse. En el caso del bund alemán a diez años, que ejerce de referencia para la eurozona, las tires han caído hasta el 0%, como puede verse en nuestro Gráfico de la Semana. Quien compre uno de estos bonos hoy y lo mantenga hasta su vencimiento no obtendrá ningún rendimiento durante diez años, ni siquiera en términos nominales. Pasado ese tiempo, solo recuperará el principal. No es de extrañar que los inversores lleven años quejándose, recordando con nostalgia los buenos tiempos en los que los treasuries estadounidenses, los bunds alemanes o los gilts británicos ofrecían cupones anuales del 5% o incluso más.
No obstante, no conviene pensar en los bunds como una inversión que se mantiene hasta el vencimiento. De hecho, los datos nos cuentan una historia diferente: en 2018, cuando casi nada funcionó en los mercados financieros, los bunds a diez años lograron generar una rentabilidad del 2,7% y los treasuries, del 0,9%. En lo que llevamos de 2019, los bunds han ganado un 1,8% y los treasuries, un 1,9%. En casi todos los casos, han superado con creces las expectativas (incluidas las nuestras).
No hay que olvidar la regla básica por la que, cuando las tires de los bonos caen, los precios suben, y viceversa. Si las tires aumentasen, por ejemplo, por un repunte de la inflación, los precios de los bonos se verían perjudicados y el valor real de los cupones se reduciría. El efecto en los precios resulta particularmente acusado en el caso de los bonos con vencimientos más largos. ¿Qué sentido tiene entonces, retomando la pregunta inicial, invertir en bonos soberanos alemanes, ahora que parecen haber alcanzado 'el punto de no retorno'? Como sabemos, las tires pueden llegar a ser negativas, lo que supone un aumento de los precios de los bonos y rentabilidades positivas, incluso aunque el cupón no genere rentas. Por eso, aún con las tires al 0%, puede ser buena idea tener bunds en la cartera, aunque solo sea por diversificar. Hacerlo podría contribuir a estabilizar el resto de la cartera cuando las cosas se ponen feas, como se demostró a finales de 2018.