Para la semana pasada esperábamos un comportamiento a la baja en los mercados de renta variable internacional tras las dos semanas previas en positivo, como así fue. El EuroStoxx 50 recorto un 1,51% y el S&P 500 un 1,61%. Pero también nos dejó una mayor escalada en las incertidumbres propias del viejo continente como son el desafío presupuestario italiano a la unión europea y el acuerdo para implementación del Brexit. En este último caso la firma de un borrador técnico entre Theresa May y los negociadores de la unión le está suponiendo una gran presión interna a la mandataria británica, la cual está siendo amenazada por una moción de confianza. Todo esto ha supuesto un aumento en la prima de riesgos de los países periféricos, afianzándose la italiana por encima de los 310 puntos básicos y repuntando la española hasta los 125 puntos. Al otro lado del charco el recorte en la Tir exigida al bono estadounidense a 10 años hasta el 3,065 % demuestra que el mercado no se cree que la reserva federal vaya a lleva a cabo íntegramente el programa de subida de tipos anunciado y que es probable que tenga que reaccionar ante una posible desaceleración del crecimiento mundial que afectaría a la propia economía del país del Tío Sam.
Los comportamientos en la vieja Europa siguen demostrando porque las dos llamadas guerras mundiales tuvieron lugar en territorio del viejo continente. Afortunadamente tras la creación de la Unión Europea los riesgos de nuevos conflictos bélicos han desaparecido pero las características culturales propias de cada país que la conforman les están llevando a estos a seguir enarbolando sus intereses anteponiéndolos al bien común.
Aunque los dos conflictos europeos actuales no tienen un mal pronóstico, el Brexit se llevará a cabo según el acuerdo alcanzado o sino se retrasará y el Gobierno Italiano tendrá que ceder cuando vea la Tir de su deuda a 10 años por encima del 4%, la situación actual está generando una gran falta de confianza al inversor. Especialmente cuando a esto se suma la incertidumbre principal que amenaza el ciclo expansivo actual que no es otro que la escalada proteccionista iniciada este año por la administración Trump.
Estamos actualmente en un momento crítico con respecto al comportamiento de los mercados en los próximos meses e incluso años. Si no se anuncia, en un periodo relativamente corto, un gran acuerdo sobre el marco comercial entre las dos grandes potencias económicas, EE.UU. y China, podemos entrar en un periodo lateral o bajista consecuencia de la pérdida de confianza que están experimentando los inversores ante la falta de visibilidad de una continuidad en el ciclo expansivo de la economía mundial.
Tenemos por lo tanto un final de año que puede ser determinante y va a marcar el futuro del comportamiento de los mercados. El momento es crítico pero no cabe precipitaciones ya que el resultado final de los conflictos que bloquean a los mercados no está resuelto y cuenta con unas probabilidades mayores de resolución favorable. Añadido a esto debemos tener en cuenta el habitual rally de final de año. El IBEX, por ejemplo, ocho de los últimos 10 años ha vivido un rally de fin de año, siendo mayor los años cuyo resultado global es negativo.
La semana entrante seguiremos atentos a Gran Bretaña y el esfuerzo de May por sobrevivir y negociar el borrador del acuerdo en la cámara británica. A destacar también la reunión del lunes del Eurogrupo en este entorno de tensiones comerciales y acontecimientos alrededor del Brexit. Y a partir del jueves la festividad en EE.UU. por el Día de Acción de Gracias, con el Black Friday de final de semana que marcará el clima del consumo de cara a la temporada navideña y que será tenido en cuenta como referencia de la fortaleza de la economía estadounidense.