¿Por qué no respetamos nuestras propias normas?

No respetamos las normas. ¿Por qué no las respetamos? ¿Tanto cuesta respetar las normas? ¿Aunque sean nuestras?

Si, cuesta mucho. Es la realidad.

No respetar las normas es uno de los principales problemas del trading. Nuestra mente no está preparada para cumplir una serie de pasos. ¿Por qué? No lo sé, pero es un hecho.

Es así de simple, es natural. Y a la vez… es complicado, muy complicado.

NO RESPETAMOS LAS NORMAS

Posiblemente sea el mayor problema que tiene el ser humano al hacer trading. Vamos por pasos.

– Tenemos claros el producto, los horarios y la plataforma.
– Hemos practicado una manera de operar.
– La tenemos testeada y nos sentimos confiados. Los números nos dan la razón.
– Después de muchos intentos hemos dado con una gestión monetaria que se adapta a nuestra manera de ser.
– Aspecto fundamental. Hemos apuntado todo nuestro sistema en un documento y lo tenemos delante de nosotros. Cuando digo todo, es todo. Cuándo entrar, cuándo salir, por qué, qué hacer en cada momento, etc.
– Empezamos a operar.

¿Qué es lo que ocurre? Todo lo que tenemos planeado y estudiado no lo respetamos.

¿Qué ha pasado? Nos hemos saltado muestro sistema. No respetamos las normas.

¿Qué hacemos? ¿Está mal definido? No, no lo está, está perfecto. Simplemente nuestra mente nos ha jugado una mala pasada y ha hecho que no hiciéramos lo que teníamos pensado.

¿Cómo lo podemos solucionar? Normalmente operamos con las emociones en lugar de con nuestra parte racional. Operamos lo que sentimos en lugar de lo que vemos, operamos lo que interpretamos en lugar lo que nos dice el gráfico.

Dos maneras:

1) Imprime el documento, fírmalo como si fuera un contrato y ponlo junto al teclado. Cada día antes de empezar léelo y medita sobre el contenido.

2) Castígate, cada vez que te saltes una norma haz alfo que no te guste. Si es necesario, deja de operar. Cuando te saltes una norma, oblígate a alguna cosa.

Seguramente hay más ejemplos pero estos me parecen muy significativos. Te comprometes contigo mismo. Te “penalizas” sino respetas tus normas.

Pregúntate: ¿Qué hubiera pasado si hubieras respetado tus normas? ¿Tendrías más o menos dinero del que tienes ahora?