Como era de esperar, las noticias de los productores de petróleo de Estados Unidos son preocupantes. El exsecretario de energía y exgobernador de Texas, Rick Perry, ha dicho en Fox News que "estamos al borde de un colapso masivo de la industria que tanto trabajo nos ha costado construir estos últimos tres o cuatro años”.
Whiting Petroleum (NYSE:WLL), uno de los mayores productores de petróleo de esquisto de la región de Bakken, en Dakota del Norte, se declaró en bancarrota este miércoles, 1 de abril. Ese mismo día, Callon Petroleum (NYSE:CPE), un productor independiente con sede en Houston, contrataba asesores para reestructurar su deuda.
Sabíamos que los productores de petróleo de Estados Unidos tendrían que luchar a muerte con los bajos precios del petróleo y que recibirían más malas noticias como ésta habitualmente. Pero eso no significa que la producción de petróleo de Estados Unidos vaya a hundirse inmediatamente.
La última vez que el precio de se desplomó...
Mira lo que pasó en 2014-2016, la última vez que los productores estadounidenses se enfrentaron a una caída significativa de los precios. En ese momento, la producción de Estados Unidos alcanzó su punto máximo en abril de 2015. La producción no tocó fondo hasta septiembre de 2016.
Sin embargo, la situación actual no es exactamente la misma. En marzo de 2020, los precios del petróleo cayeron mucho más precipitadamente, el 30% en un día. Sin embargo, lo que sucedió hace cinco años nos recuerda que los productores estadounidenses seguirán extrayendo petróleo incluso perdiendo dinero con cada barril. Eso es porque necesitan ingresos.
Además, algunos productores estadounidenses han buscado cobertura, por lo que tienen contratos que reportan más de 50 dólares por barril, lo que significa que pueden seguir bombeando y recibir más ingresos. Enervus estima que alrededor de 2,5 millones de barriles al día están cubiertos de esta manera.
Es casi seguro que la producción disminuirá, especialmente a medida que activos y empresas enteras se vendan a empresas mejor posicionadas que no necesitan los ingresos de inmediato. En algunos casos, los pozos podrían quedar abandonados. El petróleo de Estados Unidos siempre ha sido una industria de auge y caída, y en el pasado hemos visto que los productores simplemente se alejan.
La bancarrota no puede detener la producción
Es vital para los traders entender lo que significa que un productor como Whiting se declare en bancarrota. Si una empresa de Estados Unidos ya no puede pagar sus deudas con sus acreedores, puede declararse en bancarrota. Con la ayuda de los tribunales, la empresa y los tenedores de deuda reorganizarán lo que debe. Es probable que se encadene a alguna deuda. Al final, Whiting puede salir del proceso considerablemente más fuerte.
La bancarrota no significa que Whiting detenga o disminuya la producción. Whiting podría tener que dejar el petróleo como un activo para la venta, pero también es muy posible que parte del proceso de bancarrota requiera que Whiting siga bombeando para poder pagar sus cuentas.
Por ahora, hay informes de que Whiting seguirá operando como antes. Por lo tanto, cuando leamos que una empresa de petróleo de esquisto se ha declarado en bancarrota, debemos entender que es un signo de tensión, pero no es necesariamente una señal de que la producción disminuirá en un futuro próximo. De hecho, podría indicar que la producción no disminuirá, al menos por un tiempo.
El informe de ayer de la Administración de Información Energética sobre la producción de crudo de Estados Unidos durante la semana que concluía el pasado 27 de marzo indicó que Estados Unidos todavía estaba produciendo 13,834 millones de barriles al día. No hay duda de que el sector petrolero estadounidense está en problemas. Sin embargo, al igual que con las empresas individuales, no se espera que la producción del sector en general se desplome mañana.
¿Y ahora qué?
El viernes, el presidente Trump se reunirá con los jefes de varias grandes compañías energéticas estadounidenses, incluidas ExxonMobil (NYSE:NYSE:XOM), Chevron (NYSE:NYSE:CVX), Occidental (NYSE:OXY), Devon Energy (NYSE:DVN), Energy Transfer (NYSE:ET), Phillips 66 (NYSE:NYSE:PSX) y Continental Resources (NYSE:NYSE:CLR).
Nadie sabe si surgirá alguna política diseñada para impulsar el sector energético de Estados Unidos de esta reunión, pero es importante recordar que todas éstas son grandes empresas estadounidenses y sus intereses son a menudo contrarios a las empresas productoras de petróleo más pequeñas que atraviesan una situación difícil ahora mismo.
Idealmente, el Gobierno de Estados Unidos preferiría que la producción estadounidense fuera elevada y los precios del petróleo bajos para los refinadores y los consumidores, pero eso no es una opción. Lo que significa que tendremos que esperar a ver qué pasa.