Durante la inactividad veraniega se puede encontrar tiempo para reflexionar sobre el interesante panorama político, que solo difiere en su contenido. Parece que en estos tiempos de agitación y crisis, la demagogia pasa por su mejor momento. Una muestra es Grecia, donde el Primer Ministro Antonis Samaras, declaraba el miércoles que “él garantiza personalmente” que se reembolsará la ayuda a su país diciendo que “puedo asegurarlo, la devolveremos”. Antes de ver a Angela Merkel en Berlín esta semana, señaló que la salida de Grecia de la eurozona sería “catastrófica” y supondría enormes consecuencias “geopolíticas”.
Este escenario tan dramático no solo se ve en Grecia: en noviembre, Romney, candidato a la presidencia de los EEUU, parece haber estado buscando cualquier posible arma electoral, aunque irrisoria, para ganar votos a costa de la crisis financiera actual. De hecho, el comité de redacción de la plataforma de la convención del Partido Republicano que tendrá lugar en Tampa (Florida) la semana próxima, citaba al Presidente Ronald Reagan en su decisión de “considerar la viabilidad de que la divisa estadounidense sea el patrón monetario”. El candidato anunció que en realidad estaba “contento de ver toda una serie de ideas sobre cómo conseguir una mayor estabilidad para nuestra moneda y para nuestra política monetaria”. El Presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha advertido muchas veces que el patrón oro es muy peligroso como referente en la política monetaria ya que destruye la flexibilidad de los tipos de interés y la oferta monetaria provoca sobresaltos en la economía.
Romney, desde un punto de visto menos técnico, señaló que sabe que el patrón oro no permanecerá libre de interferencias por parte del Congreso ya que “incluso con el patrón oro alguien tiene que decidir cuál es la tasa de conversión entre el oro y el dólar”. Creemos que es demasiado pronto para que Romney lance ideas tan retroactivas como lo es el patrón oro, y probablemente muestra cómo los políticos no tienen la menor idea de cómo ayudar a sacar a la economía estadounidense de la crisis actual. El par EUR/USD se ha mantenido bastante bien últimamente y ha tratado de romper por encima del EMA a 100 días y de su máximo del 4 de julio. El impulso del par sigue siendo bastante fuerte y el RSI (Indicador de Fuerza Relativa) no apunta a que el par se encuentre en territorio de sobrecompra.