Este artículo se publicó en inglés el día 21 de junio de 2017
Por segunda vez en menos de una semana, el precio del petróleo ha descendido varios puntos porcentuales en el transcurso de varias horas. El 14 de junio el petróleo del WTI cayó casi un 4% hasta situarse en menos de 45 USD por barril y el 20 de junio perdió un 3% para cerrar después en 43,23 USD, una caída del 2,2%.
Aunque los medios de comunicación han hecho lo que han podido para explicar estos últimos desplomes como resultado o bien de un aumento mayor de lo previsto de las reservas de crudo (14 de junio) o la creciente producción de Libia y Nigeria (20 de junio), realmente no hay una explicación clara para la reciente tanda de caídas repentinas y rápidas de los precios.
El aumento de la producción de Libia y Nigeria es un claro culpable de la caída más reciente, pero esta explicación es insuficiente, ya que ambos países han ido anunciando estos incrementos durante la mayor parte del año. Estos aumentos se anunciaron claramente en la reunión de mayo de la OPEP y el mercado contaba con ellos en aquel momento. Las noticias de junio sobre un aumento gradual de la producción (Libia +50.000 barriles al día y Nigeria +62.000 barriles al día en agosto) no deberían haber provocado una súbita caída de los precios de esta magnitud.
Otros culpables de estas súbitas caídas podrían ser los siguientes:
La actividad de las refinerías de Estados Unidos la semana pasada alcanzó máximos históricos cerca de 17,6 millones de barriles por día. Aunque las cifras sobre las reservas de petróleo crudo de la semana pasada indican un descenso, diversos informes de la industria auguran un aumento de las reservas de gasolina de Estados Unidos.
Muchos fondos de cobertura, empezando por el prominente fondo petrolero Andurand, creen que el petróleo descenderá en un futuro próximo y están adoptando una postura que refleje dichas expectativas.
Los informes indican que el total de pozos perforados pero incompletos de los yacimientos de petróleo de esquisto de Estados Unidos continúa aumentando. (Según la AIE hay 5.946 de estos pozos, la cota más alta de los tres últimos años, a finales de mayo). Esto podría indicar que la producción de los yacimientos de petróleo de esquisto continuará su patrón de crecimiento.
Por otro lado, hay muchas indicaciones de que el petróleo podría moverse pronto al alza.
La OPEP asegura que el cumplimiento de las reducciones de producción del conjunto de países miembros y no miembros de la OPEP ha alcanzado máximos históricos en el 106% durante el mes de mayo.
Arabia Saudí ha declarado que sus exportaciones de petróleo descendieron un 3% en abril y que su producción de petróleo sigue estando por debajo de 10 millones de barriles al día.
Los precios en menos de 50 USD por barril, junto con la subida de los costes de los servicios, podrían tener un impacto negativo sobre los productores de petróleo de esquisto en los próximos meses. Además, una serie de grandes empresas están adquiriendo activos de las empresas más pequeñas. Por lo general, Esto conduciría a una ralentización de la actividad perforadora debido a que las grandes empresas pueden reducir la marcha y las empresas más pequeñas no.
El ministro de petróleo de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, ha asegurado que "los fundamentos del mercado van en la dirección correcta", y que hace falta tiempo para que las actuales reducciones de la OPEP impacten en el mercado debido a la enorme superabundancia. Descartó las recientes caídas achacándolas a la especulación y a "variables imprevisibles fuera del control de los países productores".
El gobierno chino anunció que el segundo lote de cuotas de importación para 2017 para sus refinerías independientes aumentaría en 1,83 millones de barriles al día. Esto quiere decir que las refinerías chinas no controladas por el Gobierno (llamadas "teteras") podrán importar más petróleo, ofreciendo al mercado una idea de la demanda de China para el resto del año.
En el corto plazo inmediato, los precios del petróleo podrían dispararse tras la noticia de que una tormenta tropical, Cindy, se ha formado en el Golfo de México, provocando que algunos productores cierren plataformas en el extranjero y la de Louisiana Offshore Oil Port (LOOP) para detener la descarga de camiones cisterna.
Lo más probable es que lo que estamos viendo ahora sea una reacción al hecho de que no hay ningún indicador importante acerca de hacia dónde se dirige el mercado. En ausencia de otros indicios, el mercado tiende a magnificar algunos movimientos especulativos de las grandes instituciones financieras. Esto podría haberse manifestado en repentinas caídas (o repuntes), como la del 20 de junio.