Investing.com - Los precios del oro han estado disparados en los últimos dos meses, un hecho que ha tomado por sorpresa a muchos. Después de un ligero aumento hacia fines de 2023, el metal precioso ha subido desde mediados de febrero, desafiando algunas predicciones anteriores de un enfriamiento.
Este año, el oro ha superado la barrera psicológica clave de los 2,000 dólares la onza y no muestra signos de desaceleración. Sin señales de una parada, el impresionante rally del oro ha obligado a las instituciones financieras a reevaluar sus perspectivas. La última revisión proviene de un peso pesado en el mundo financiero: Goldman Sachs (NYSE:GS), y su nuevo pronóstico sugiere días aún más brillantes para el reluciente metal.
Goldman Sachs eleva pronóstico para el precio del oro
En una nota a clientes de esta semana, el banco de inversión señaló que la estabilidad relativa del oro después de la publicación del IPC de EE. UU. más fuerte de lo esperado esta semana fue otra demostración de que el mercado alcista del metal no está siendo impulsado por los sospechosos macroeconómicos habituales. Esto, junto con otros factores, ha llevado a Goldman Sachs a tomar la decisión de elevar su pronóstico para los precios del oro.
De hecho, a pesar de que el mercado ha ido descontando progresivamente menos recortes de la Fed, tendencias de crecimiento más sólidas y mercados de valores récord, el oro ha subido un 20% en los últimos dos meses.
"El valor justo tradicional del oro conectaría los catalizadores habituales (tasas reales, expectativas de crecimiento y el dólar) con los flujos y el precio", escribió el banco. "Ninguno de esos factores tradicionales explica adecuadamente la velocidad y la escala del movimiento del precio del oro en lo que va del año. Sin embargo, ese residuo sustancial del modelo tradicional de precios del oro no es ni una característica nueva ni una señal de sobrevaloración".
Se ha observado que la mayor parte del aumento del oro desde mediados de 2022 ha sido impulsado por nuevos factores incrementales (físicos), entre ellos una aceleración significativa en la acumulación de oro por parte de los bancos centrales de mercados emergentes, así como la compra minorista asiática.
Esos factores se mantienen bien respaldados por la política macroeconómica y la geopolítica actuales, según Goldman Sachs.
"Además, dado que los recortes de la Fed siguen siendo un catalizador probable para suavizar el viento en contra de los ETF más adelante en el año, y el riesgo de cola positiva del ciclo electoral de EE. UU. y el entorno fiscal, la tendencia alcista del oro sigue siendo clara", argumentan.
Desde el nivel de precios reajustado, y dado que la firma aún ve factores de precios positivos en el futuro, actualizaron su pronóstico de precios a 2,700 dólares por onza para fin de año en comparación con la expectativa anterior de 2,300 dólares por onza.
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