Investing.com – Los precios del oro avanzaron considerablemente este martes pues el debilitamiento del dólar impulsaba el atractivo del metal precioso, mientras que los inversores observaban el aumento del rendimiento de los bonos.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en junio se negoció a 1.193,30 USD por onza troy durante la mañana de la jornada de negociación en Estados Unidos, disparándose un 0,87% o 10,30 USD tras haber registrado máximos de la sesión en 1.196,00 USD.
El oro cerró la jornada anterior con un retroceso del 0,5% o 5,90 USD y un precio de liquidación de 1.183,00 USD. Era posible que los precios encontraran un soporte en 1.168,40 USD por onza troy, su mínimo del 1 de mayo, y una resistencia en 1.199,30 USD por onza troy, su máximo del 5 de mayo.
Por otra parte, en el Comex, la plata para entrega en julio avanzó un 0,5% u 8,1 centavos para negociarse a 16,39 USD por onza troy. La plata cerró la jornada del lunes con un retroceso del 0,92% o 15,1 centavos y un precio de liquidación de 16,31 USD.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, retrocedió un 0,66% hasta 94,48, aproximándose de nuevo a los máximos registrados el lunes en 93,96.
La debilidad del dólar suele beneficiar al oro, pues aumenta el atractivo del metal como activo alternativo y abarata las materias primas denominadas en dólares de cara a titulares de otras divisas.
La confianza de los mercados se ha visto determinada por la nueva venta masiva de los bonos del Estado a escala mundial. El rendimiento de los bonos a 10 años de Alemania se disparó 10,7 puntos base, o un 17,86%, hasta alcanzar un 0,706% tras haber registrado máximos intradía en 0,740%.
Los bonos del Estado a 10 años de Alemania registraron mínimos históricos en 0,048% en abril, para después repuntar pues se iban disipando los temores de deflación al recuperarse los precios del petróleo y tras la implementación del programa de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo.
Mientras, en Estados Unidos, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió 4,8 puntos básicos o un 2,11% para situarse en 2,320%, su cota más alta desde el 8 de diciembre.
Aún persistían las preocupaciones en torno a la situación de Grecia después de que Atenas devolviera el plazo de 770 millones de EUR que debía al Fondo Monetario Internacional, calmando las preocupaciones suscitadas en torno a que la nación ha estado a punto de incumplir el plazo.
La nación griega, ahogada por la deuda, intenta como puede llegar a un acuerdo con sus acreedores internacionales sobre un paquete de reformas económicas para acceder a más fondos de financiación y evitar una crisis de liquidez.
Los actores del mercado dirigían ahora la atención hacia el informe sobre empleo de Estados Unidos correspondiente al mes de abril, para conocer más indicios acerca del estado de la economía y de cuándo subirán los tipos de Estados Unidos.
Los últimos informes económicos han indicado que la economía se ha ralentizado desde principios de este año, lo que ha hecho disminuir las expectativas de los inversores acerca de cuándo comenzarán a subir los tipos de interés de la Fed.
Por otra parte, en el Comex, el cobre para entrega en julio avanzó un 1,1% o 3,2 centavos para negociarse a 2,935 USD por libra.
Los actores del mercado aguardaban la publicación de una serie de datos económicos de China, previstos para este miércoles, para conocer más indicios acerca del estado de la economía y el futuro rumbo de la política monetaria. El Gigante Asiático publicará los datos de abril sobre producción industrial, ventas minoristas e inversión en activos fijos.
Los últimos informes económicos de China indicaban que el ritmo de la recuperación sigue debilitado y puede que sea necesaria la implementación de más medidas de estímulo.
El Banco Popular de China recortó el domingo sus tipos de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, del 5,35% al 5,10%, para activar la actividad económica e impulsar el crecimiento.
Éste ha sido el tercer recorte de tipos desde noviembre, lo que indica que Pekín está adoptando una postura más agresiva en sus medidas de respaldo a la economía ya que ésta ha estado perdiendo fuelle aumentando, por lo tanto, el riesgo de deflación.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial.