El miércoles, los analistas de ING expresaron su escepticismo sobre la sostenibilidad de la reciente caída del dólar estadounidense, tras unos PMI globales de S&P más débiles de lo esperado. El índice compuesto descendió a 50,9, con el sector manufacturero en contracción (49,9) y el de servicios ralentizándose hasta la misma cifra. Estos datos sorprendieron a los mercados, sobre todo en contraste con los PMI de la eurozona, que por primera vez en un año superaron al PMI compuesto estadounidense. La divergencia puso de relieve la fortaleza del sector servicios en la eurozona, desafiando la narrativa del excepcionalismo del crecimiento estadounidense.
La reacción del mercado a los PMI estadounidenses ha sido favorable a divisas como el dólar australiano y el neozelandés, así como a las monedas escandinavas, que se consideran más sensibles al sentimiento de riesgo. Por su parte, el dólar canadiense no ha reaccionado con la misma rapidez a los datos menos favorables de Estados Unidos. El índice del dólar (DXY), muy influido por el euro, ha caído por debajo de 106,0, pero sigue estando un 1,5% por encima de sus mínimos de abril.
ING señaló que una reevaluación importante de las expectativas de la Reserva Federal podría desencadenarse por datos sobre inflación, empleo o comunicados de la propia Fed. Los acontecimientos clave que podrían afectar al dólar a corto plazo incluyen los datos de inflación de los Gastos de Consumo Personal (PCE) el viernes, la reunión de la Reserva Federal el 1 de mayo y la publicación de los datos de empleo el 3 de mayo. La curva de futuros de los fondos de la Reserva Federal prevé actualmente una relajación de sólo 40 puntos básicos para este año.
La empresa también observó que la renta variable estadounidense, en particular las acciones tecnológicas, han encontrado cierto apoyo, y la renta variable europea ha disfrutado de tres sesiones consecutivas positivas. Sin embargo, es posible que el mercado de divisas no vea movimientos significativos en los cruces del dólar hasta que se publiquen las cifras del PIB y el PCE a finales de semana. Según ING, los datos del PIB y del PCE podrían apoyar un rebote del dólar por encima de 106,00 durante el fin de semana.
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