Fráncfort (Alemania), 18 abr (.).- El Banco Central Europeo (BCE) no comparte la opinión de la Defensora del Pueblo de la Unión Europea (UE), Emily O'Reilly, según la cual su presidente, Mario Draghi, debería abandonar el Grupo de los Treinta (G30), un grupo privado de banqueros.
El BCE explica en una opinión publicada hoy que "no comparte la opinión del Defensor del Pueblo de que la afiliación de su presidente y de los miembros de sus órganos de tomas de decisiones en el G30 equivale a un ejemplo de mala administración".
O'Reilly pidió el pasado 17 de enero a Draghi que abandone el G30 para no comprometer la imagen de independencia del banco.
El BCE considera, al igual que lo hizo anteriormente el instituto Monetario Europeo, que el G30 es "un foro apropiado para que un banco central nuevo se establezca entre los principales bancos centrales de las principales divisas", añade la opinión.
El G30 es un club privado de banqueros al que se accede mediante invitación y del que son miembros los gobernadores del Banco Central de Inglaterra, Japón o China, altos cargos de entidades privadas como UBS (SIX:UBSG), Crédit Suisse o JP Morgan (NYSE:JPM), y académicos como Paul Krugman.
La Defensora del Pueblo dijo entonces que entre ellos se encuentran representantes de algunos de los bancos europeos supervisados directamente por el BCE.
El intercambio de opiniones entre los miembros del G30 contribuye a entender mejor los cambios en la economía y en las finanzas internacionales de interés global, añade el BCE, recordando que ya lo explicó en una carta fechada el 31 de octubre de 2017.
Además, esos intercambios entre los miembros del G30 interesan al BCE y facilitan el cumplimiento de su mandato.
"Pese a que el BCE refuta la conclusión de mala administración, valora y apoya el trabajo realizado por el Defensor del Pueblo para impulsar el buen gobierno y la transparencia en las instituciones de la UE", añade el BCE.
La entidad monetaria europea insiste en que "es un requisito esencial que el presidente del BCE y otros miembros del comité ejecutivo se reúnan regularmente con una amplia variedad de representantes de alto nivel del sector público y privado".
Esos contactos ofrecen perspectivas diferentes valiosas de los cambios en el entorno económico y financiero global en el que opera el BCE y son indispensable para la ejecución adecuada de su mandato.