Bruselas, 8 feb (.).- La Comisión Europea (CE) multó hoy con cerca de 68 millones de euros a tres empresas de Bélgica, el Reino Unido y Francia por su participación en un cártel en el ámbito del reciclado de baterías de automóviles.
Una cuarta empresa, de origen estadounidense, se libró de la sanción por ser la que destapó esas prácticas, indicó en rueda de prensa la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
Las empresas multadas, que actuaron ilegalmente entre 2009 y 2012, son la británica Eco-Bat Technology, multada con 32,7 millones de euros; la francesa Recylex, que tendrá que pagar 26,7 millones, y la belga Campine, a la que se le impuso una multa de 8,1 millones.
En particular, se pusieron de acuerdo para bajar el precio que pagaban a los chatarreros y los recolectores de chatarra por las baterías usadas.
La comisaria dijo en una rueda de prensa que las firmas "sabían muy bien que lo que hacían estaba mal", e indicó que a veces para mantener en secreto esas prácticas recurrieron a mensajes que utilizaban códigos.
Las empresas sancionadas se pusieron de acuerdo para sacar el máximo de beneficios del reciclaje de residuos de baterías, reduciendo la competencia en el ámbito en el que operaban.
Las cuatro firmas compraban las baterías de automóviles usadas, procedentes de coches, camionetas o de camiones a los chatarreros o recolectores de chatarra y, a continuación, procedían al tratamiento y la valorización de los desechos de baterías.
También revendían luego el plomo reciclado, principalmente a fabricantes de baterías que lo utilizan para producir baterías de automóviles nuevas.
La CE indicó que, en contra de lo que suele ocurrir en la mayoría de cárteles, en que las empresas se ponen de acuerdo para aumentar sus precios de venta, estas cuatro sociedades acordaron reducir los precios de compra pagados a chatarreros y recolectores de chatarra.
Al coordinar la bajada de los precios a los que pagaban los desechos de baterías, perturbaron el funcionamiento del mercado, lo que dañó la competencia sobre los precios, según Bruselas.
La mayoría de los contactos entre las empresas se produjo a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos o por mensajes de móvil.
La CE explicó que las multas han sido fijadas a partir de las líneas directrices comunitarias que rigen en estos casos, y que Bruselas tuvo en cuenta sobre todo el valor de compra más que de la venta para fijar el nivel correspondiente de sanción.
Además, el Ejecutivo comunitario redujo ligeramente la multa de Campine porque esta empresa tuvo un papel inferior al resto en el cártel.
Por su parte, la estadounidense Johnson Controls (NYSE:JCI) evitó una multa de 38,4 millones gracias a destapar el escándalo, y Eco-Bat y Recylex se beneficiaron de una reducción del montante por su cooperación en la investigación.
(Más información sobre la Unión Europea en euroefe.euractiv.es)