La comida rápida es más lenta.
Esto se debe a que cada vez más cadenas de fast food están tomando pedidos online y llevándoselos a sus clientes.
Yum! Brands (NYSE:YUM) es el último operador del sector en sumarse a la tendencia, al aliarse con GrubHub para ofrecer pedidos online y servicio a domicilio en los restaurantes de sus enseñas Taco Bell y KFC.
A los clientes parece no importarles la espera o el coste extra e incluso tienden a encargar más comida, lo que eleva los beneficios.
El envío de comida a domicilio generó 43.000 millones de dólares en 2017 y se espera que crezca a 76.000 millones en 2020.
Cadenas desde McDonalds’s a Wendy o Dunkin Brands (NASDAQ:DNKN) ofrecen ahora servicios de delivery.
Compañías como GrubHub, DoorDash, Caviar y UberEats están aprovechando las nuevas oportunidades para realizar y entregar pedidos.
La iniciativa parece ser un punto de inflexión. Una firma de Wall Street elevó sus previsiones sobre McDonald’s (NYSE:MCD), al afirmar que sus esfuerzos digitales y en delivery contribuirán a impulsar sus ventas.