Investing.com - La Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, ha revisado una décima a la baja sus estimaciones iniciales sobre la evolución del índice de precios al consumo (IPC) de la zona euro en el mes de febrero, desde el 1,2% adelantado inicialmente, hasta el 1,1%.
Estos resultados han pillado por sorpresa al mercado, que confiaba en la lectura inicial del organismo estadístico y suponen el menor avance interanual de los precios al consumo desde diciembre de 2016. Además, estos registros se alejan un poco más del objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE) de que la inflación se sitúe próxima al 2%, sin sobrepasar esta cota.
Mejor comportamiento arroja la lectura del IPC subyacente, del que se excluyen para su cálculo los costes de los productos más volátiles como los alimentos o la energía, que repite en el 1,0%, en línea con los primeros cálculos del Eurostat.
En cualquier caso, la evolución de la inflación, a su ritmo actual, resta presión al banco central para que comience a endurecer su política monetaria, con una pronta retirada de los estímulos y posterior subida de los tipos de interés, al tiempo que podría ayudar a detener el impetuoso avance del euro en las últimas semanas.
En lo referente a los datos publicados hoy, según las cifras facilitadas por la oficina estadística, la energía sigue siendo el principal responsable del encarecimiento de la cesta de la compra de los ciudadanos comunitarios, (+2,1%, frente al +2,2% de enero), seguido por los servicios (+1,3%), los alimentos, el alcohol y el tabaco (+1,0%) y los bienes industriales no energéticos (+0,6%).
Este nuevo paso atrás de la inflación minorista, pese a saltarse el guion, no ha tenido prácticamente impacto alguno en la divisa comunitaria, con los inversores poniendo más atención a la inflación subyacente. El EUR/USD se mantiene sin cambio en torno al nivel de 1,2323.