Bruselas, 20 mar (.).- La Comisión Europea ha informado este lunes de que ha aprobado la adquisición de los proveedores belgas de servicios de telecomunicaciones VOO y Brutélé por parte de la francesa Orange (EPA:ORAN), aunque la operación está sujeta al cumplimiento de una serie de condiciones.
El Ejecutivo comunitario ha explicado en un comunicado que ha abierto una investigación en profundidad sobre la transacción ante la sospecha de que, si se ejecuta en los términos iniciales, podría reducir la competencia en una serie de mercados en los que las tres compañías son "competidores estrechos", como el acceso fijo a Internet o los servicios audiovisuales
Los servicios de Competencia de la Comisión Europea también sospechaban de que la operación podría suponer un incentivo para la coordinación entre el resto de operativos en los mercados minoristas afectados por la misma dentro de las zonas cubiertas por las redes fijas de VOO y Brutélé.
Para resolver las dudas del departamento de la danesa Margrethe Vestager, Orange se ha comprometido a dar acceso a varios de sus servicios durante un periodo de 10 años a la firma rival Telenet (EBR:TNET), filial de Liberty Global (NASDAQ:LBTYA) y "uno de los operadores de telecomunicaciones líderes en el Norte de Bélgica".
En concreto, Telenet podrá utilizar durante una década la infraestructura de red fija que Orange está adquiriendo al comprar VOO y Brutélé en la región belga de Valonia (el sur del país) y en zonas de la capital, Bruselas.
También podrá acceder durante ese tiempo a la futura red de fibra óptica FTTP que Orange planea desplegar en los próximos años.
A juicio de la Comisión Europea, esto provocará que Orange sea reemplazado como compañía en busca de acceso a la redes de VOO y Brutélé en la región de Valonia y, en zonas de Bruselas, por Telenet.
"Estos compromisos abordan totalmente las preocupaciones de competencia identificadas por la Comisión", destaca la institución antes de añadir que la transacción "ya no plantea dudas" con dichas modificaciones.
No obstante, las autoridades comunitarias remarcan que la operación está condicionada al "total cumplimiento" de los compromisos, que serán evaluados a partir de ahora por un administrador independiente nombrado por Orange y que informará con regularidad a Bruselas de los avances.
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