Por Jacob Gronholt-Pedersen
COPENHAGUE, 31 oct (Reuters) - Carlsberg (CSE:CARLb) ha cortado todos los lazos con su negocio ruso y se niega a llegar a un acuerdo con el Gobierno de Rusia que haría que su incautación de los activos parezca legítima, dijo el martes el nuevo consejero delegado de la cervecera.
El grupo danés llevaba desde el año pasado intentando vender su filial Baltika en Rusia, siguiendo los pasos de muchas otras empresas occidentales que han abandonado Rusia desde la invasión de Ucrania.
Sin embargo, tras anunciar en junio que había encontrado un comprador para su negocio, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó al mes siguiente el embargo temporal de la participación de Carlsberg en la cervecera local.
"No hay forma de evitar el hecho de que han robado nuestro negocio en Rusia y no vamos a ayudarles a hacer que parezca legítimo", dijo Jacob Aarup-Andersen, quien asumió el cargo de consejero delegado en septiembre.
Carlsberg tenía ocho fábricas de cerveza y unos 8.400 empleados en Rusia y el año pasado amortizó Baltika en 9.900 millones de coronas danesas (1.410 millones de dólares).
Aarup-Andersen dijo que de las escasas interacciones con la dirección de Baltika y las autoridades rusas desde julio, Carlsberg no había podido encontrar ninguna solución aceptable a la situación.
"No vamos a entrar en una transacción con el Gobierno ruso que de alguna manera justifique que se apoderen de nuestro negocio ilegalmente", dijo en una llamada con periodistas tras la declaración de resultados trimestrales de la compañía.
A principios de este mes, Carlsberg tomó represalias poniendo fin a los acuerdos de licencia de sus marcas en Rusia que han permitido a Baltika producir, comercializar y vender todos los productos de Carlsberg en el país.
"Cuando estas licencias expiren con el periodo de gracia, ya no podrán fabricar ninguno de nuestros productos. Por supuesto, no puedo garantizar que eso ocurra, pero es lo que esperamos", dijo Aarup-Andersen.
(1 dólar estadounidense = 7,0168 coronas danesas)
(Reporte de Jacob Gronholt-Pedersen; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)