Madrid, 13 sep (.).- La multinacional Inditex (BME:ITX) presentará mañana, miércoles, los resultados de su segundo trimestre fiscal (mayo a julio) que podría marcar la confirmación de la recuperación del negocio tras la pandemia, pero con la incertidumbre del impacto que la inflación y el cierre del mercado ruso puedan tener en la cuenta de resultados.
En los primeros tres meses del ejercicio fiscal, la empresa gallega ya registró unas ventas de 6.742 millones de euros, un 36 % más en tasa interanual y una cifra un 13,8 % superior al mismo periodo de 2019.
El beneficio neto del grupo se disparó un 80 % entre febrero y abril, hasta 760 millones, y cerró la etapa de pandemia por encima de las previsiones.
Las grandes magnitudes han regresado al gigante de la moda textil en 2022 tras obtener un récord para un primer trimestre, al superar los 734 millones de 2019.
En 2021, la empresa que preside desde abril Marta Ortega, la compañía ya presentó un incremento de las ventas del 36 % en tasa interanual, hasta 27.716 millones, si bien todavía un 2 % por debajo de 2019.
Para las cuentas que se harán públicas mañana, los analistas esperan un crecimiento de las ventas pero quizá algo más moderadas que las registradas en el segundo trimestre del año pasado (9,7 % más).
El grupo, no obstante, ya anunció que solo en mayo pasado (el primer mes del trimestre) las ventas habían crecido un 17 % frente a las del mismo mes de 2021.
Los expertos de Bloomberg han adelantado que Inditex podría publicar unos resultados históricos, si bien asegura que el foco estará puesto en las previsiones que señale la empresa para los meses venideros ante el entorno macro adverso.
Sobre el valor de la compañía en el mercado bursátil, RBC Capital Markets señala en un informe reciente que valora a la compañía de moda española en 28 euros por acción como precio objetivo, desde los 29 euros anteriores, lo que supone un ajuste del 3,45 %.
La víspera a la presentación de los resultados, la empresa fundada por Amancio Ortega cotiza en el Ibex 35 en los 22,17 euros por acción, para una cotización bursátil que ha bajado ligeramente de los 70.000 millones y cuyas acciones han perdido en lo que va de año un 20 % de su valor.