Madrid, 23 abr (.).- El consejero delegado de ING (AS:INGA) España y Portugal, Ignacio Juliá, ha considerado este martes que el impuesto extraordinario que grava los ingresos de la banca no debería convertirse en permanente, sino que tendría que desaparecer y no desincentivar la inversión extranjera en España.
Durante una rueda de prensa convocada para celebrar el 25 aniversario de la entidad en España, Juliá ha añadido que no cree que este impuesto, que afecta también a las empresas energéticas, sea el mejor instrumento para facilitar el crecimiento de la economía española.
En cuanto a la remuneración del ahorro, en un momento en el que todo apunta a que los tipos de interés van a empezar a bajar este verano, ha dicho que ellos seguirán pagando a sus clientes como vienen haciendo desde 1999, una estrategia que les ha hecho crecer un 10 % el año pasado en este negocio, frente a la caída del resto del sector.
Los intereses que paga la Cuenta Naranja han aumentado seis veces desde que el precio del dinero empezó a subir, ha recordado Juliá, que ha añadido que ahora están en un 1 % para todos los clientes desde el primer euro y en un 1,50 % para los que tienen domiciliada la nómina.
"Nos iremos adaptando al entorno y al contexto como siempre, pero remunerar el ahorro es nuestra estrategia", ha dicho.
Sobre el mercado hipotecario, la entidad ha notado una cierta mejora en el primer trimestre de este año después de una temporada de caídas generalizadas, en la que una parte de los clientes aprovecharon sus reservas de ahorro para pagar una parte de la hipoteca.
La entidad ha presentado este martes el informe "25 años de disrupción hacia una nueva banca", elaborado por la escuela de negocios Esade, que hace un recorrido por la sociedad y la economía española desde la llegada de ING al mercado español hasta hoy.
En este cuarto de siglo, el banco ha concedido más de 300.000 hipotecas, ha ayudado a la financiación de más de 1,8 millones de proyectos personales y ha remunerado más de 4.785 millones de euros en ahorro.
Solo en 2023, ING superó los 1.000 millones de euros en ingresos y obtuvo un beneficio superior a los 450 millones antes de impuestos con una rentabilidad RoE del 16 %, superior a la media del sector.
Además, en 2023, aportó 447 millones de euros al producto interior bruto (PIB) español y pagó 206 millones en impuestos.
La entidad se ha convertido en la quinta del país por número de cuentas y atiende actualmente a 4,2 millones de clientes con 1.700 empleados, el 36 % de los cuales tienen un perfil tecnológico o STEM.
Para Ignacio Juliá, en estos 25 años, la entidad ha tenido un papel clave en la transformación del sector bancario español, con la propuesta disruptiva que ofrece a los clientes para la gestión de sus finanzas.
"Estamos preparados para el futuro y para continuar consolidando la relevancia de ING en el sector financiero español con una hoja de ruta muy clara que pone en el centro la experiencia de nuestros clientes y la apuesta por el talento, la tecnología y la sostenibilidad", ha añadido.
Por último, ha puesto en valor el compromiso de ING con la innovación, que se refleja en el uso de la banca digital por parte de casi el 100 % de sus clientes.
Actualmente, el 68 % de las ventas digitales de la entidad se realizan a través del móvil y en 2023 ha registrado más de 700 millones de contactos digitales.