Nueva York, 2 oct (EFE).- El fabricante estadounidense de refrescos PepsiCo (NASDAQ:PEP) obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.661 millones de dólares en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal (que terminó el 8 de septiembre), un 2 % más que en el mismo período de 2017.
Según informó hoy la compañía, el beneficio operativo se redujo un 0,3 %, hasta los 7.679 millones de dólares, mientras que los ingresos ascendieron a 45.137 millones de dólares, lo que supone un incremento del 3 % respecto a los 43.999 millones del mismo período del año pasado.
En el tercer trimestre, en el que más se fijan en Wall Street, el beneficio neto atribuido creció un 16 %, hasta los 2.498 millones de dólares, mientras que los ingresos se situaron en 16.485 millones de dólares, con un aumento del 1,5 %.
La presidente y consejera delegada de PepsiCo, Indra (MC:IDR) Nooyi, ha destacado en una nota el buen comportamiento de las divisiones internacionales del grupo, en especial las de los países emergentes.
De esta forma y según los analistas de EEUU, PepsiCo presentó mejores ganancias de lo esperado en un último trimestre que mostró signos de una creciente demanda de los consumidores por sus bebidas de té, Gatorade, refrescos de cola del mismo nombre y otras bebidas en América del Norte.
El aumento del 16 % en las ganancias fue considerada una victoria para Indra Nooyi en su último día como directora ejecutiva, después de años de presión para vender o hacer cambios en el negocio de las bebidas de la compañía, ya que su crecimiento se ha retrasado respecto al de otros productos como Frito Lay, Tostitos o Lays, del sector de aperitivos envasados.
"Dividir a toda la compañía es algo que retiramos de la mesa hace mucho tiempo y no estamos revisando eso en absoluto, basándonos en el desempeño de los últimos seis años, hemos demostrado que el negocio en conjunto crea valor", dijo el jefe financiero de Pepsico , Hugh Johnston, en declaraciones a la CNBC.
El crecimiento en las ventas de bebidas tuvo un coste para PepsiCo, pues las ganancias operativas de su negocio de bebidas en América del Norte cayeron un 11 %, debido al aumento de los gastos de mercadotecnia y de los costes de transporte y productos básicos.
Para cubrir sus mayores gastos, PepsiCo comenzó a elevar los precios de las bebidas en septiembre. Los resultados de esos baches se reflejarán en el próximo trimestre, según los analistas.
Mientras, la compañía ha continuado invirtiendo en el negocio de bebidas, anunciando en agosto los planes para comprar el fabricante de bebidas carbonatadas caseras SodaStream por 3.200 millones de dólares.
SodaStream ayudó a crear el mercado para la fabricación de refrescos en el hogar, pero en los últimos años ha promovido el producto como una herramienta para producir agua carbonatada, que se adapta a los gustos cambiantes. Por lo tanto, le da a PepsiCo un punto de apoyo adicional tanto en el agua como en los aparatos domésticos.
PepsiCo dijo que espera un crecimiento de ingresos para el año del 3 %, y advirtió de que un dólar fuerte puede tener un impacto negativo en sus ganancias del año fiscal en un punto porcentual. Como resultado, anticipa ganar 5,65 dólares por acción en el año fiscal 2018, un 8 % más que en 2017.
Recientemente, el Consejo de Administración de Pepsico eligió por unanimidad al español Ramón Laguarta, de 54 años, para suceder a Indra K. Nooyi como consejero delegado de la multinacional estadounidense.
Nooyi, de 62 años, finaliza mañana 3 de octubre después de 24 años con la compañía, los últimos 12 como consejera delegada, informó Pepsico. La ejecutiva seguirá de presidenta de la multinacional hasta principios de 2019.