GINEBRA, 22 feb (Reuters) - El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió el lunes que el supremacismo blanco y los movimientos neonazis se están convirtiendo en una "amenaza internacional" y han explotado la pandemia del coronavirus para aumentar su apoyo.
Durante un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Guterres declaró que el peligro de los grupos impulsados por el odio aumentaba a diario.
"El supremacismo blanco y los movimientos neonazis son más que amenazas terroristas internas. Se están convirtiendo en una amenaza internacional", dijo. "Hoy, esos movimientos extremistas representan la principal amenaza a la seguridad interna en varios países".
En Estados Unidos, la tensión racial se fue caldeando en los cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca. Su sucesor, Joe Biden, ha dicho que el asedio del 6 de enero al Capitolio por partidarios de Trump fue llevado a cabo por "matones, insurrectos, extremistas políticos y supremacistas blancos".
"Con demasiada frecuencia, esos grupos de odio son aclamados por personas en posiciones de responsabilidad de formas que se consideraban inimaginables no hace mucho", acusó Guterres. "Necesitamos una acción global coordinada para vencer este grave y creciente peligro".
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, informará al consejo el 18 de marzo sobre el racismo sistémico contra los afrodescendientes. La investigación global partió luego de que George Floyd muriera en Minneapolis en mayo pasado cuando un oficial de policía blanco le presionó el cuello con su rodilla por casi nueve minutos.
Guterres también acusó a las autoridades de algunos países de utilizar la pandemia de COVID-19 para desplegar "respuestas de seguridad de mano dura y medidas de emergencia para aplastar la disidencia".
"A veces, se ha ocultado el acceso a información de COVID-19 que salva vidas, mientras que se ha amplificado la información errónea mortal, incluso por parte de los que están en el poder", dijo.
Guterres advirtió sobre el poder de las plataformas digitales y el uso y abuso de los datos.
"Insto a todos los Estados miembros a que coloquen los derechos humanos en el centro de los marcos regulatorios y la legislación sobre el desarrollo y uso de tecnologías digitales", pidió. "Necesitamos un futuro digital seguro, equitativo y abierto que no infrinja la privacidad ni la dignidad".
(Reporte de Michelle Nichols en Nueva York; Editado en español por Janisse Huambachano)