Por Eduardo Simões
SAO PAULO (Reuters) - El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva dijo el jueves que apelará una condena de nueve años y medio de cárcel y que competirá por la presidencia de Brasil el año próximo, asegurando que los cargos en su contra tienen motivaciones políticas para impedir su participación en la elección de 2018.
"Si alguien piensa que con ese fallo me sacaron del juego, sepan que sigo en competencia", dijo Lula a seguidores en la sede del Partido de los Trabajadores en Sao Paulo, un día después de que el juez Sérgio Moro emitiera la condena por aceptar sobornos a cambio de ayudar a una firma de ingeniería a adjudicarse contratos con Petrobras (NYSE:PBR).
Lula, que vestía una camisa roja y un saco negro, pronunció un animado discurso ante centenares de partidarios reunidos en el centro de Sao Paulo. Dijo que cree en la firmeza de las instituciones, pero lamentó lo que a su juicio son mentiras impulsadas políticamente en este proceso en su contra.
El fallo del juez Sergio Moro es una dura derrota para uno de los políticos más populares de Brasil y sus aspiraciones de volver a la presidencia. El exmandatario aún se debe enfrentar otros cuatro procesos y se mantendrá en libertad a la espera de su apelación.
Si Lula pierde este recurso, no podrá competir por cargos públicos con lo que la carrera presidencial se quedará sin el candidato más fuerte, abriendo la puerta a aspirantes al margen de la clase dirigente que podrían apelar a la molestia de los votantes por la recesión y la extendida corrupción política.
Pero la defensa de Lula y los líderes del Partido de los Trabajadores (PT (OTC:PTGCY)) preparan una estrategia para retardar la decisión de la corte de apelaciones, lo que podría dejar al líder en condiciones de postular a la presidencia.
Sin embargo, el presidente de la corte que verá el caso de Lula, juez Carlos Thompson Flores, dijo a la radio Bandnews el jueves que el tribunal decidiría antes de los comicios de octubre de 2018.
La senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del PT que Lula fundó hace más de 30 años, dijo que el partido cuestionará la condena en instancias internacionales, aunque no detalló dónde.
El equipo de abogados del expresidente ya ha pedido a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que revise el proceso.
Lula sigue siendo uno de los políticos más reconocidos de Brasil y conserva una fuerte base de seguidores pese a sus problemas legales. Durante su gobierno, los programas sociales recibieron recursos del auge de las materias primas, lo que ayudó a millones de personas a salir de la pobreza.
El expresidente dijo que el fallo en su contra es una reacción de las élites contra su legado. Negó haber actuado mal y deploró la decisión de Moro, que desde hace más de tres años encabeza las investigaciones de la Operación Lavado de Autos que revelaron un enorme esquema de corrupción entre empresarios y políticos.